En horas de la mañana del jueves 10 de marzo del año en curso, sicarios asesinan a un civil y dejaron mal herido a un patrullero de la Policía Nacional. Todo inició en la calle 7 entre carreras 4 y 5 de Roldanillo-Valle, los sicarios en primera instancia dispararon contra la humanidad de Froilán Alonso Ríos Quintero, que se movilizaba en una moto de marca Biz, placa RQM 70A, color azul, disparándole a la cabeza y causando su muerte inmediata en el sitio. El cuerpo del joven quedó sobre la moto que conducía, acto seguido los atacantes iniciaron la huida, pero en la calle 7 con carrera 5, un patrullero de la policía identificado como Guillermo Celis Quintero, originario de Santander de Quilchao, que intentó capturarlos, fue agredido por estos mismos que le propinaron un disparo en la cabeza, dejándolo herido; de inmediato en un vehículo particular, fue auxiliado por sus compañeros y trasladado a un centro médico, de donde lo remitieron hacia Buga al Hospital San José, donde fue atendido y se le practicó una cirugía, falleciendo ayer viernes 11 de marzo, entre las 2:00 y 3:00 de la mañana.
Las autoridades iniciaron un intenso operativo para tratar de dar con los sicarios. El cadáver del patrullero, quien precisamente el día en que lo hirieron, estaba cumpliendo un mes de prestar sus servicios en esta ciudad, fue llevado a la morgue de Buga, donde su padre Rafael Felipe Celis, se acercó a las 5:00 a.m., para la entrega oficial del cuerpo, acompañado por la Comandante de Policía Buga y otros uniformados, para trasladarlo a su tierra natal Santander de Quilichao. En el hecho resultó herida otra persona que se encontraba en una revueltería ubicada frente al sitio donde se produjeron los delitos.
Florián era hijo de Alonso Ríos, vivía en unión libre, dejó 2 hijos. Según algunas fuentes no oficiales, las autoridades capturaron a un hombre que presuntamente participó en el hecho criminal, minutos después en las pesquisas que se realizaron.
Las autoridades iniciaron un intenso operativo para tratar de dar con los sicarios. El cadáver del patrullero, quien precisamente el día en que lo hirieron, estaba cumpliendo un mes de prestar sus servicios en esta ciudad, fue llevado a la morgue de Buga, donde su padre Rafael Felipe Celis, se acercó a las 5:00 a.m., para la entrega oficial del cuerpo, acompañado por la Comandante de Policía Buga y otros uniformados, para trasladarlo a su tierra natal Santander de Quilichao. En el hecho resultó herida otra persona que se encontraba en una revueltería ubicada frente al sitio donde se produjeron los delitos.
Florián era hijo de Alonso Ríos, vivía en unión libre, dejó 2 hijos. Según algunas fuentes no oficiales, las autoridades capturaron a un hombre que presuntamente participó en el hecho criminal, minutos después en las pesquisas que se realizaron.