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12.10.2012

Con un motor de una lavadora lo asesinaron


Redacción Sevilla 
El Periódico

Al menos ocho días permaneció dentro de una habitación de una vivienda ubicada en  la calle 51 del barrio San José en el municipio de Sevilla, un hombre que fue asesinado con varios objetos contundentes, ente ellos el motor de una lavadora que al parecer le fue descargado varias veces sobre el pecho, puesto que el pesado objeto fue hallado sobre el cadáver que presentaba múltiples señas de tortura y contusiones. El hallazgo se produjo el 4 de diciembre hacia las tres de la tarde 
Una mujer propietaria de la casa,  notó que José Pablo Muñoz Franco, de 40 años, a quien le había arrendado la habitación, hacía ocho días no se le veía entrar ni salir como de costumbre y al notar que de la morada emanaba un fétido olor, dio aviso a las autoridades que después de llegar al sitio ingresaron y descubrieron el cuerpo en alto grado de descomposición y maniatado; allí se pudieron hallar varias piedras de tamaño considerable, algunos trozos de madera  y sobre el pecho de la victima un pesado motor de una lavadora, objetos con los cuales se presume los criminales acabaron con la vida del comerciante.
Por otra parte, causa curiosidad  a las autoridades  y a la opinión en general, que a pesar de forma tan violenta que fue asesinado este hombre, nadie escuchó nada ni vio nada.
Las autoridades forenses del municipio, calcularon por la rigidez del cadáver y por el estado descomposición, que su muerte se habría producido por lo menos ocho días antes al hallazgo.
José Pablo era originario de Restrepo, a donde fue trasladado por sus familiares;  desde hacia varios meses se había radicado en Sevilla, donde inició su negocio de ventas de mercancías. Por el vil crimen, las autoridades iniciaron una profunda investigación para tratar de dar con los homicidas.

Se nos fue para siempre


Redacción Buga
El Periódico

A los 38 años cumplidos y anhelando ver crecer a su pequeña y adoración de su vida, cual siempre fue su hija, Juan David Ortega Domínguez, fue victima de un atentado que le costó la vida, en hechos registrados el pasado sábado 1 de diciembre hacia la 1:45 de la tarde según información suministrada a este medio por sus familiares.
“Kini”, como cariñosamente le decían sus amigos y allegados, se encontraba jugando Nintendo en casa de su señora madre, ubicada en el barrio Santa Bárbara de Buga, en compañía de uno de sus hermanos y un sobrino, cuando una llamada a su celular interrumpió la tranquilidad, calma y el compartir familiar que pocas veces realizaban.
Según el relato de quienes se encontraban cerca a Juan David, él atendió la llamada como normalmente lo hacia, y sin prestar mucha atención volvió al juego que estaba ganado y de un momento a otros manifestó: “ya vuelvo porque les voy a ganar”, y salió con rumbo desconocido, sin que regresara a continuar con el juego al que le estaba sacando buen provecho y del que nunca debió abandonar, según expresó compungida su señora Madre.
Minutos después, la familia fue notificada por algunas personas de la muerte del joven en inmediaciones de los barrios Palo Blanco y Albores de San Juanito, en el costado Nor –Occidental del municipio, donde la Policía y cuerpo especializado de la Fiscalía practicaron el levantamiento al cadáver el cual presentaba 8 impactos con arma de fuego a la altura del pecho y uno en una de sus extremidades superiores.
Al parecer los disparos fueron a quemarropa, según el reporte oficial, la victima quedó cerca a su motocicleta y en una zona verde.
Hijo de Martha Irene Domínguez y Carlos Efrén Ortega, era el 4 de 7 hermanos; felizmente casado con la Profesional de la salud Liz Karime, de cuya relación queda una niña menor de edad.
Hincha del América de Cali, persona de sanas costumbres, dedicado al comercio independiente, gozaba del aprecio y respeto dela comunidad; jamás se le escuchó una expresión despectiva contra los demás, una persona servicial, trabajador y muy dedicado a su hogar.
Juan David, gustaba de compartir momentos agradables con sus familiares, amigos y allegados. Su madre resalta que “La lucha que ella libró sola en aras de brindar buena calidad de vida a sus hijos, batallando incansablemente en casas de familia, con actividades caseras diversas, son el apostolado que siempre puso de manifiesto a sus retoños”; pero la vida es así, y sólo pide al Creador de la vida que acoja en su seno a éste, su hijo, quien deja enorme vacío y sentimientos de dolor en la familia.
Los servicios fúnebres y velación estuvieron a cargo de la Funeraria Santa Cruz de Buga, el sepelio fue el domingo 2 de Diciembre a las 4:00 de la tarde en la Iglesia catedral de Buga.
La familia Domínguez, su esposa y demás familiares, expresan sinceros agradecimientos por el acompañamiento durante las honras fúnebres y las misas oficiadas. Paz en su tumba.   
“A mi hijo.
Hace 38 años llegó a mi existencia una gran razón de ser, ese día fue extraordinario en mi vida, ser Madre ha sido tan interesante, que la fuerza del amor hacia ti, continúa fluyendo por todo mi ser. Pero este año ha sido el más difícil de nuestras vidas por esta irreparable perdida; aunque sé que tú me ayudaras a levantarme, a no darme por vencida y a caminar con la frente en alto, seguiré adelante como tú lo querías”.

Dos hermanos víctimas del sicariato



 

Redacción Guacarí
El Periódico

Un doble homicidio se presentó el pasado lunes 3 de diciembre en el corregimiento de Guabas, municipio de Guacari Valle, donde fueron baleados dos hermanos.
El reporte oficial de la Policía indica que las victimas de este hecho sicarial se encontraban en el sector conocido como “La ultima vida” del bario El Porvenir, en inmediaciones al polideportivo de la localidad, promediando las 11:00 de la noche, cuando fueron sorprendidos a bala por sujetos desconocidos, quienes sin mediar palabra cegaron las dos vidas de los hermanos Lenis Mosquera.
Andrés Felipe, de 19 años y Cristian Camilo Lenis Mosquera, de 18 años, fueron las personas identificadas por las autoridades de policía que se hicieron presentes en el lugar de los hechos.
Se logró establecer que este sector es demasiado solo y después de las 5:00 de la tarde es intransitable ante el flagelo de inseguridad que allí se registra, por la disputa que desde hace varios años vienen teniendo dos bandas que operan en este municipio; lo que al parecer sucedió es que los dos jóvenes cruzaron una línea en un horario en el que se marcaba el territorio, lo cual es motivo de investigación para las autoridades de policía, quienes inmediatamente desplegaron un fuerte operativo a fin de establecer las identidades de los autores materiales del crimen.
Entre tanto y horas posteriores al hecho, los familiares de Felipe y Cristian Camilo fueron informados del hecho, lo que causó consternación, soledad y angustia en la familia, quienes manifestaron desconocer el porqué de esta situación, ya que las víctimas nunca habían manifestado tener inconvenientes o deudas que les pudiera conllevar a este crimen. 
El cuerpo investigativo encargado de esclarecer este suceso inició la recolección  de la información que lleve a dar con los causantes de estas muertes.

Unas vacaciones sin retorno a laborar


Redacción Tuluá
El Periódico

Hacia la 1:00 de la tarde del pasado jueves 29 de noviembre, la tranquilidad reinante en casa de la familia Tamayo se vio empañada ante la acción sicarial que hizo presencia en la Villa de Céspedes, al Norte del Valle del Cauca.
Sin que se generara sospecha de ninguna índole, en la calle 13 con carrera 28B del barrio El Bosque de esta municipalidad, hacía su arribo el Soldado Profesional  John Bayron Tamayo Castro, de 27 años de edad, quien en licencia vacacional procedía de Medellín Antioquia donde prestaba su servicio militar y quiso visitar sus familiares, siendo atacado a bala por sujetos desconocidos que se movilizaban en una motocicleta de alto cilindraje, lo cual le afectó órganos vitales, alcanzando a ser llevado a un centro asistencial donde falleció minutos después cuando recibía atención médica.
Al parecer, el Militar se encontraba en las afueras de la vivienda de los familiares a quienes se disponía agradar con su visita, sin que pudiera cumplir el objetivo, por cuanto los sicarios no se lo permitieron. De acuerdo a la información que algunos testigos entregaron a la Policía, la victima trató de huir a las balas asesinas, pero la incursión homicida le asedió hasta asesinarlo a sangre fría.
Sus familiares agradecen las manifestaciones de condolencia recibidas.
Las autoridades judiciales iniciaron las labores investigativas para esclarecer este crimen.

Ultimado Patrullero de la Policía


TULUÁ - En la Villa de Céspedes, fue ultimado un Patrullero, adscrito a la Policía de Antinarcóticos, quien respondía al nombre de Mauricio Ávila Espejo, de 26 años de edad y natural del Departamento del Huila.
El hecho se presentó el pasado miércoles 5 de los corrientes, cuando el hombre salía de una vivienda ubicada en el barrio Marandúa, donde estaba visitando a unos conocidos; de repente fue interceptado por sujetos armados que sin mediar palabra alguna le propinaron varios disparos, ocasionándole la muerte en forma instantánea.
La Policía Nacional ofrece hasta 10 millones de pesos, de recompensa a quien entregue información que conduzca a dar con la identidad y el paradero de los autores  intelectuales y materiales de este crimen.

Bugueño asesinado en Palmira


BUGA - El pasado 3 de diciembre de 2012, un oficial de construcción fue asesinado en Palmira, cerca al barrio Coronado, hacia las 9:00 de la noche. Versiones de sus familiares indicaron que el hombre había salido de Buga el jueves anterior, con rumbo hacia esa municipalidad, con el objetivo de visitar a unos familiares; por el día lunes, cuando transitaba por el sitio antes mencionado, repentinamente fu abordado por desconocidos que sin mediar palabra alguna ni razón aparente,  le propinaron 4 impactos de bala.
La víctima fue identificada como Harold Humberto Ramírez Aricapa, un bugueño de 28 años de edad, que residía en el B/Balboa en la calle 32C No. 11 – 39; convivía en unión libre con Dany Marcela Ortiz, a quien deja dos hijos, un niño de un año y una niña de 6 años de edad. El cuerpo sin vida de Harold, fue trasladado a Buga para realizar su sepelio el pasado miércoles 5 de diciembre, luego de una misa en la Iglesia del barrio La Honda. Ramírez Aricapa, nacido el 30 de enero de 1984 en Buga, era hijo de Harold Armando Ramírez y María Cecilia Aricapa.
Sus familiares agradecen todas las condolencias recibidas por parte de amigos y conocidos.

Una caída en el baño de su casa le causó la muerte


Redacción Guacarí
El Periódico

Mientras el reloj marcaba las 5:30 de la mañana, se daba un duchazo en el baño de su casa el pasado 27 de noviembre, Absalón Monedero Núñez, de 69 años de edad, sufriendo un fuerte dolor lo cual le descompensó orgánicamente, cayendo al piso del baño y recibiendo un golpe en la cabeza, por lo cual fue llevado inicialmente al Hospital San Roque del Municipio de Guacarí Valle, de donde fue remitido al Hospital San José de Buga, a raíz de las complicaciones de salud. En este centro asistencial le detectaron un trauma craneoencefálico severo que lo tuvo en estado de Coma por espacio de tres días, falleciendo el 30 de noviembre.
La victima residía en el Barrio El Limonar de Guacarí con su compañera sentimental Fabiola Cuartas; estaba pensionado por el desaparecido Seguro Social, deja 8 hijos, gustaba de salir a recoger leña en el campo para luego venderla a sus clientes; buen madrugador, hombre trabajador, de mucho entusiasmo, alegre, de mucha vitalidad física, siempre acudía en las mañanas donde una de sus hijas a colaborarle con la encendida del brasero para asar las arepas.
El sepelio estuvo a cargo de la Funeraria San Martin de Guacarí.Para orar por el eterno descanso de su alma, se oficiará un trío de misas hoy sábado 8, mañana domingo 9 y el martes 18 de diciembre, a las 7:00 de la noche en la Iglesia San Juan Bautista de Guacarí.Por la asistencia a este acto de fe y el acompañamiento en el sepelio y los momentos de dolor, la familia Monedero expresa agradecimientos… paz en su tumba.

No pudo refugiarse de las balas asesinas


TULUÁ - Julián Andrés Feijoo, de 21 años de edad, hijo de Miriam, el sexto de siete hermanos, natural de Andalucía, soltero y deja un hijo de 5 meses de nacido, se convierte en otra de las victimas violentas del sicariato que asola el municipio de Tuluá en el Valle del Cauca.
Había salido de su casa donde adelantaba labores de aseo que lo mantuvo ocupado durante todo el día, al llegar la noche, fue donde su novia obviando la atención que un amigo le quería hacer para compartir, pero al terminar la visita donde la novia, se dirigía donde su amigo lo esperaba, pero en el camino fue interceptado por sujetos desconocidos que lo corretearon hasta cumplir el objetivo de asesinarlo.

Una llamada telefónica lo condujo a la muerte


Redacción Tuluá
El Periódico

En esta oportunidad los sicarios acabaron con la vida de Juan Alberto Brand Rubio, de 50 años de edad, al propinarle varios impactos de bala en diferentes partes del cuerpo. El hecho de sangre se registró el jueves 29 de noviembre hacia las 8:00 de la noche, en la carrera 28E con calle 12E del barrio El Bosque de Tuluá. “La gravedad causada por las múltiples heridas de los proyectiles, causaron el deceso de la victima poco después de ingresar a un centro asistencial”, indicó la Policía. Brand Rubio recibió una llamada y salió sin dar a conocer su destino. Poco después se supo la noticia de su homicidio, cuyas causas aún se ignoran. 
Hijo de  María de Jesús y Nelson, se caracterizó por ser una persona jovial, amable, responsable en sus labores y muy amiguero.
Las autoridades realizan las investigaciones respectivas para establecer la identidad de los agresores.

Luego de una riña, sufrió un ataque


Redacción Tuluá
El Periódico

Este hecho casi insólito sucedió en la galería de Tuluá, el miércoles anterior en horas de la tarde, cuando, según información que entregaron algunos testigos, en una riña Óscar Eduardo Ortiz Luna, un hombre de 30 años de edad, recibió heridas en su mano derecha, sin embargo, su deceso se produjo por un ataque al corazón.
Óscar Eduardo, había sufrido un accidente de tránsito, que le dejó dos costillas rotas y el tórax abierto, por lo cual los médicos le habrían recomendado mucha calma y evitar tener alteraciones, según lo indicara su esposa Ángela Tangarife. 
Según versiones extraoficiales, el hombre luego de la riña sostenida y en la cual resultó herido, lo invadió un sentimiento de ira que desencadenó en un ataque al corazón y posteriormente le provocó la muerte, cuando era atendido en un centro asistencial de la localidad.
Pese a que la comunidad pudo identificar a los autores de los hechos y la familia realizar las respectivas denuncias, según algunos familiares, las autoridades no han realizado ningún adelanto sobre los hechos. “Las personas están identificadas, pero la policía no ha hecho nada”, dijo uno de los familiares. 
La pareja había llegado procedente de Cajamarca, Tolima, desde hace unos días para descansar, ya que Óscar Eduardo no podía dedicarse al oficio de la construcción que era a lo normalmente realizaba. 

Reconocido comerciante es asesinado


Redacción Tuluá
El Periódico

La ola de sangre parece recrudecerse nuevamente en la Villa de Céspedes. Entre la noche del miércoles 5 y la del jueves 6 de diciembre, dos personas fueron asesinadas al occidente de la ciudad. En el primero de los hechos, la víctima fue un patrullero de la Policía Nacional adscrito a la Dirección de Antinarcóticos, quien fue asesinado en la calle 25 en el barrio Playas.
El otro homicidio se perpetró por sicarios motorizados, quienes dispararon en repetidas oportunidades contra la humanidad de un hombre que se desplazaba a bordo de un automóvil Mazda Allegro, de placas CNA 675 de Andalucía.
José Ignacio Escobar Robayo, de 43 años de edad, era el conductor de ese vehículo que fue atacado a tiros en la calle 26 con carrera 16 del barrio Las Delicias. A eso de las 9 y 50 de la noche, aproximadamente, se presentó este atentado.
Gravemente herido por las balas asesinas, la víctima fue trasladada hasta un centro asistencial, donde falleció pese al esfuerzo de los galenos por salvarle la vida.
 “A esa hora había gente en la calle, de pronto un poco fuera de lo normal porque se estaba preparando lo del alumbrado, de un momento a otro escuchamos los tiros y llegamos a la esquina a asomarnos y vimos que había un carro en la mitad de la cuadra y fue cuando nos dimos cuenta que le habían disparado a un señor; incluso alguien, después de que llegó la Policía al rato, dijo que el señor herido era comisionista o comerciante, algo así, la verdad yo no lo conocía y estando allí se regó la noticia de que se había muerto en la clínica”, manifestó una de las personas que se acercó a la escena del crimen quien prefirió omitir su nombre.
En el mismo sentido, pero con preocupación, otra vecina relató lo sucedido: “me acababa de entrar cuando sonaron los disparos. Me asusté mucho porque mi esposo estaba en la calle, esperé un instante salí y vi que le habían disparado a un señor que iba en un carro, eso me tranquilizó un poco, pues llegué a pensar lo peor; claro que sentí pesar por el señor cuando se lo llevaron de urgencia para la clínica, qué diciembre tan bonito”… así, con ironía, remató esta dama su apreciación que deja entrever la preocupación por los hechos delictivos que azotan la ciudad, especialmente los ataques de sicarios motorizados.

Se fue don Jaime, pero el Betinotti continúa


Hablar en Buga de Don Jaime González y del Betinotti, es remembrar la historia, si, aquella historia que no se queda en el pasado escrito, sino en las memorias de los antecesores y actuales de esta promoción humana que se han convertido en los clientes del tradicional bar.
Un lugar de reuniones sociales, encuentro de amigos, tertuliadero acogedor,  que inició en la carrera 12 con calle 17 del barrio Divino Niño en Guadalajara de Buga, cuando existió en esta ciudad la llamada “Zona de Tolerancia”.
Actualmente y desde hace 30 años, se encuentra en pleno centro de la ciudad Señora, en la carrera 14 No. 7- 38, a un costado del Palacio de Justicia; por todo el tiempo administrado por Don Jaime González, quien el pasado 30 de noviembre falleciera en el Hospital San José de Buga, a causa de múltiples quebrantos de salud.
Contaba con bien vividos 87 años de edad, felizmente casado con la señora Luz Miriam Quintero, de cuya relación quedan dos hijas Edna Fernanda y Janeth Ximena.
Don Jaime, fue un amigo de los amigos, de vestir elegante, impecable de paño y corbata, fueron 63 años al frente de este establecimiento que vio pasar varias generaciones; fue un hombre dedicado siempre a su hogar, el Betinotti se caracterizó a más del buen servicio y la melodía de colección, porque en sus paredes aún cuelgan pinturas de los personajes reconocidos en Buga y de amigos que suelen frecuentar este inolvidable sitio.
Para orar por el eterno descanso de su alma, se oficiará un trío de misas así: mañana domingo 9 de diciembre, a las 8:00 de la noche;  lunes 10 y martes 11, a las 7:00 de la noche, en la Iglesia Catedral de Guadalajara de Buga; por el acompañamiento a las honras fúnebres y las misas, la familia González Quintero, presenta agradecimientos e invita seguir honrando la memoria de Don Jaime, acudiendo al Betinoti que no cerrará las puertas a su distinguida clientela de Buga y el Centro del Valle.

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