Redacción Buga
El Periódico
Nueve vainillas de tiros de pistola fueron halladas dispersadas en el pavimento muy cerca de una camioneta en cuyo interior yacía el cuerpo de un hombre que había sido asesinado minutos antes de la llegada de las autoridades a la carrera 9 entre calles 8 y 9 del barrio San Antonio, sitio este donde se produjo el crimen. Se trataba de un reconocido comerciante de la ciudad, quien respondía al nombre de Luis Augusto Mendieta, de 52 años. La camioneta en que se desplazaba Mendieta, de marca Chevrolet Dimax de color blanco, con placas RHY 454 de Bogotá, estaba cargada con varios bultos de comida para animales que la víctima trasladaba hacia una finca de su propiedad en el vecino municipio de Guacarí, quedo en la mitad de la calle como si su conductor se hubiese detenido allí frente al número 8 -27, donde fue atacado y asesinado el pasado martes cuando apenas iniciaban las celebraciones de la Semana Mayor en la ciudad.
Mendieta era hijo de la señora Dolly Mendieta, había nacido en Bogotá el 29 de mayo del año 1960 y deja dos hijos; sus honras fúnebres se realizaron el jueves santo a las 4 pm en la catedral.
Este fue el inicio de una semana marcada por los múltiples hechos de sangre donde dos personas decidieron quitarse la vida, dos más fueron asesinadas con armas de fuego dejando además un hombre herido, y la lamentable muerte de un joven estudiante de pintura en un accidente de tránsito; además del asesinato de un joven bugueño en la capital del Valle que si bien el crimen no se presentó en esta ciudad sí afectó a una familia de nuestra comunidad.
“Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrarse del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia”.
Se caracterizó Luis Augusto, por ser una persona de nobles ideales, sanas costumbres y amigo de sus amigos.
En todos los momentos de nuestra vida se encuentra Dios vigilándonos, protegiéndonos y resguardándonos de todo peligro. Así como nos protege, también espera que todos lo veneremos como nuestro Padre Creador. Los momentos de duelo son muy difíciles, pero no hay nada que no se pueda superar, pues el ser humano es más fuerte de lo que parece”.
Paz en su tumba de parte de su señora madre, hermanos, hijos, sobrinos y allegados.