Redacción Caicedonia
El Periódico
La algarabía y alegría de la noche acompañada por artistas de música popular, licor, bellas mujeres y decenas de vendedores ambulantes, aspectos típicos de unas fiestas aniversarias, la cual se vio empañada con el asesinato de un hombre quien recibió dos heridas mortales con arma blanca. Este violento hecho no fue impedimento para que continuaran con la rumba. Hacia las 12 de la noche del sábado anterior en la plaza principal del municipio de Caicedonia-Valle, donde se encontraban celebrando sus 103 años, un hombre, residente en el barrio Gibraltar de Armenia y quien decidió disfrutar de estas fiestas, recibió dos puñaladas después que se registrara según versiones de las autoridades policiales, una riña.
La víctima identificada como Mario Alberto Quiroz Bonilla, de 46 años de edad y de profesión taxista, salió el sábado de su casa en un carro particular hacia las 5 de la tarde en compañía de varias amigas para gozarse los conciertos en esta municipalidad, pero allí, después de varias horas de alegría y risas, le llegó la muerte.
El Comandante de Estación del municipio de Sevilla, Mayor Miguel Cortez, aseguró que se había presentado una riña entre la víctima y un vendedor ambulante, momento en que Mario Alberto le habría pagado con un billete falso. La discusión y la calentura de la noche encendieron la rabia del comerciante y al darse cuenta que le habían cancelado con dicho dinero, sin pensarlo sacó un cuchillo y le propinó dos puñaladas, las mismas que le causaron la muerte a Quiroz.
El hombre fue inmediatamente trasladado hasta un centro asistencial, pero habría llegado sin signos vitales. “Esta muerte es producto de una riña. El agresor después de su captura confesó que sí lo había herido, pero que no sabía que había muerto. A la víctima le fue encontrado en sus bolsillos billetes falsos”, indicó el Mayor Miguel Cortez.
Familiares de Mario Alberto Quiroz, expresaron que esta era la primera vez que su ser querido iba a unas fiestas en este municipio, y que a ellos les habían informado que por robarlo lo habían apuñalado en repetidas ocasiones en la espalda. Este lamentable hecho los dejó marcados porque él era una persona muy alegre y prendía las reuniones familiares con chistes, bailes y alegría.
Mario Alberto era separado y dejó un hijo de 22 años aproximadamente, además un hueco enorme entre los corazones de quienes lo conocieron y de sus tres hermanos.
