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9.29.2014

Octavio Sánchez Marín El “padrón de la montaña” deja un gran legado a sus hijos

Redacción Buga
El Periódico

A los 88 años de edad y luego de presentar un cuadro clínico delicado, dejó de existir en la sala de cuidados intensivos del Hospital San José de Buga, el señor Octavio Sánchez Marín, quien desde hacía 15 días venía siendo sometido a un intenso tratamiento médico debido a su condición de salud. 
De acuerdo a la información entregada por su familia, el líder cívico de la zona montañosa de Buga representaba el querer de las comunidades de 14 veredas y 8 corregimientos de la zona oriental, siendo quien jalonara el desarrollo que hoy se refleja allí. 
En un mensaje entregado por el doctor Freddy Hernando Libreros Henao, como ex -alcalde de Guadalajara de Buga, exalta el compromiso del “Padrón de la montaña”, indicando que Don Octavio, desde temprana edad se dedicó al servicio del campesinado buscando siempre el bienestar de su comunidad, convirtiéndose en el defensor permanente de la región oriental y logrando ante el mandatario de turno que sus famosos derechos de petición fueran resueltos de manera positiva. Así se ganó la confianza de toda su gente y el derecho a representarlos en el Honorable Concejo Municipal con sus jefes políticos, los doctores Camilo Arturo Montenegro y Darío Aluma Domínguez, donde se destacó siempre por su compromiso y lealtad con la zona rural; pero ante todo y durante su vida, mostró ser siempre un excelente padre, esposo, hermano, abuelo y ante todo un gran amigo. La calidad más sobresaliente de don Octavio fue la humildad y amor por sus semejantes; hoy deja un gran legado a sus hijos de honradez, de servicio y de compromiso. 
Quienes tuvimos el privilegio de conocerlo nos sentimos orgullosos de haberlo escuchado y estrechado sus manos, paz en la tumba de este gran hombre que trascendió dejando huella y que sin dubitación alguna será recordado y ejemplo para presentes y futuras generaciones. Hoy rogamos al Señor para que lo reciba en su seno celestial y lo tenga en el sitial de los hombres grandes que cumplieran su misión en la tierra. Hoy no hay lágrimas, sino aplausos de gratitud para “el Padrón de la montaña”. 
Los servicios fúnebres estuvieron a cargo de la casa de funerales San Martin de Buga, donde fue velado el cuerpo. 

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