El Periódico
Por directriz del alcalde de Tuluá, Gustavo Vélez Román, operarios de la Patrulla de Espacio Público adscritos a la Secretaría de Gobierno, procedieron a derribar la caseta de control ferroviario que se encontraba ubicada en la entrada de la terminal de transportes de la ciudad.
La decisión se tomó como respuesta a las múltiples quejas de la comunidad que se veía afectada porque el sitio se convirtió en foco de inseguridad y refugio de habitantes de calle, consumidores de estupefacientes y personas dedicadas a cometer delitos en el sector.
La abogada Dulfay Zapata, funcionaria de esta Dependencia, indicó que previamente se notificó a Ferrocarriles del Pacífico y la Agencia Nacional de Infraestructura sobre la decisión, pues aunque la caseta se encontraba en espacio público, la misma se había construido con recursos de esa entidad y no se podía exponer al municipio a ninguna acción legal por detrimento patrimonial.
Zapata explicó que se están estudiando denuncias relacionadas con casetas construidas en barrios como el Alvernia, Sajonia, Príncipe y Nuevo Príncipe, entre otros, que si bien fueron instaladas por la comunidad para que los vigilantes se refugiarán de la lluvia y el frio, estarían siendo utilizadas para cometer actos impúdicos y el consumo de sustancias estupefacientes.