Redacción Cerrito
El Periódico
Al parecer la decisión de quitarse la vida se ha vuelto muy popular, pues cada vez más son los que se resuelven terminar con su vida, surgiendo nuevamente la pregunta si son valientes por tomar la decisión o es cobardía por no afrontar los problemas, tratando de buscar una explicación a lo acontecido con aquellas personas que se arriesgan a culminar con su historia en este mundo.
En el municipio de El Cerrito se habría presentado el último caso de suicidio, el cual se registró con los primeros rayos de sol, cuando una mujer encontró a uno de sus parientes colgado y sin signos vitales, en su cama y con algunas cortadas producto de laceraciones con un objeto cortante.
En horas de la mañana del pasado 30 de agosto del año que calenda, en la calle 2 sur con carrera 9 del barrio “Coincer”, se realizó el llamado a las autoridades, donde se informaba de un posible suicidio. Al llegar al lugar, el personal de la Policía se percató que se trataba de un hombre el cual se había quitado la vida en su residencia.
Según se pudo establecer, el hombre que decidió terminar con su vida, fue identificado como Jairo Gálvez Zuluaga, de 66 años de edad, el cual había intentado quitarse la vida con un objeto cortante, pero instantes después decidió atar una cuerda y realizar la acción de asfixia mecánica terminando con su vida.
Al parecer, según versiones de algunos familiares, este hombre quien al parecer vivía en la casa de su cuñada, estaba padeciendo una enfermedad y desde hace varios días había manifestado el deseo de terminar con su vida. Incluso según versiones, este hombre de 66 años no se estaba alimentando debidamente.
Sobre las 6:00 de la mañana, la persona con la que residía ingresó al cuarto donde encontró al hombre sin vida, intentando auxiliarlo pero al parecer era demasiado tarde pues ya se encontraba sin vida en la que fuera su última morada.
Autoridades del departamento se encuentran alarmadas por el número de casos de suicidio, los cuales según ellos ha ido en aumento, pues al parecer la decisión de quitarse la vida en una persona, alentaría a otras a seguir el mismo camino; hipótesis que tendría fundamento en los casos anteriores, donde en un solo día dos personas de la misma localidad se habrían quitado la vida con tan solo unas pocas horas de diferencia. Se presume que al correr la voz entre los moradores, el segundo habría tomado la difícil decisión de realizar la misma acción.
Según los encargados de prevenir estas situaciones, el cuerpo de suicidio viene trabajando en este tipo de casos, pero dicen ellos, es una ardua tarea que en ocasiones no da sus frutos.
