Redacción Tuluá
El Periódico
Desde el pasado domingo se registró un accidente, hacia las 3:30 de la tarde frente a la entrada cinco del Lago Calima.
La víctima del insuceso Jairo Eduardo Moreno Montaño, de 40 años, miembro de una reconocida y prestigiosa familia tulueña residente en el barrio Céspedes.
Luego de algunas horas de búsqueda, fueron suspendidas esas labores por parte de los miembros de la Defensa Civil y del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del municipio de Darién, quienes no encontraron rastro del tulueño.
Según se pudo establecer, Jairo Moreno Montaño, se lanzó al lago a nadar un poco desde una embarcación en donde iba con varios miembros de su familia.
Al parecer, cuando trató de regresar a la balsa, no la pudo alcanzar; ya que el viento se la llevó y quienes iban a bordo de esa embarcación no pudieron maniobrarla para que don Jairo se subiera.
Fue así como el cansancio lo venció y sus familiares impotentes sólo vieron como el hombre se hundía en la inmensidad de ese lago, sin que ellos pudieran hacer algo por evitarlo.
Al día siguiente y de acuerdo con las condiciones climatológicas, los organismos de socorro del municipio de Darién, acompañados de unos buzos de la ciudad de Buga, reiniciaron las labores de búsqueda de Jairo Eduardo Moreno Montaño, continuaron hasta que el pasado miércoles en horas de la tarde, miembros del Cuerpo de Bomberos de Buga, con un completo equipo de salva vidas, búsqueda y rescate, encontraron el cuerpo del empresario tulueño en el Lago Calima.
Jairo Eduardo Moreno Montaño, hijo del reconocido abogado Rafael Moreno Cobo y Cilia Montaño, una tradicional familia del barrio Céspedes de Tuluá, que se ha caracterizado por realizar durante décadas los pesebres y jornadas de oración decembrina, acompañados con integración comunitaria. La víctima mantuvo siempre amistad antes de conocerse públicamente con el jugador Faustino Asprilla y el publicista, el humorista Víctor Manuel Osorio “Care-monja”, Fernando Hurtado “El Chiqui”, asistente deportivo del “Cortulua” y el crítico de cine y profesor universitario Juan Carlos Romero, con quienes se fue levantando en las galladas de barrio.
El Periódico
Desde el pasado domingo se registró un accidente, hacia las 3:30 de la tarde frente a la entrada cinco del Lago Calima.
La víctima del insuceso Jairo Eduardo Moreno Montaño, de 40 años, miembro de una reconocida y prestigiosa familia tulueña residente en el barrio Céspedes.
Luego de algunas horas de búsqueda, fueron suspendidas esas labores por parte de los miembros de la Defensa Civil y del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del municipio de Darién, quienes no encontraron rastro del tulueño.
Según se pudo establecer, Jairo Moreno Montaño, se lanzó al lago a nadar un poco desde una embarcación en donde iba con varios miembros de su familia.
Al parecer, cuando trató de regresar a la balsa, no la pudo alcanzar; ya que el viento se la llevó y quienes iban a bordo de esa embarcación no pudieron maniobrarla para que don Jairo se subiera.
Fue así como el cansancio lo venció y sus familiares impotentes sólo vieron como el hombre se hundía en la inmensidad de ese lago, sin que ellos pudieran hacer algo por evitarlo.
Al día siguiente y de acuerdo con las condiciones climatológicas, los organismos de socorro del municipio de Darién, acompañados de unos buzos de la ciudad de Buga, reiniciaron las labores de búsqueda de Jairo Eduardo Moreno Montaño, continuaron hasta que el pasado miércoles en horas de la tarde, miembros del Cuerpo de Bomberos de Buga, con un completo equipo de salva vidas, búsqueda y rescate, encontraron el cuerpo del empresario tulueño en el Lago Calima.
Jairo Eduardo Moreno Montaño, hijo del reconocido abogado Rafael Moreno Cobo y Cilia Montaño, una tradicional familia del barrio Céspedes de Tuluá, que se ha caracterizado por realizar durante décadas los pesebres y jornadas de oración decembrina, acompañados con integración comunitaria. La víctima mantuvo siempre amistad antes de conocerse públicamente con el jugador Faustino Asprilla y el publicista, el humorista Víctor Manuel Osorio “Care-monja”, Fernando Hurtado “El Chiqui”, asistente deportivo del “Cortulua” y el crítico de cine y profesor universitario Juan Carlos Romero, con quienes se fue levantando en las galladas de barrio.