Redacción Buga
El Periódico
El licor y la gasolina no combinan, se repite popular y descuidadamente a cada momento, pero muchas personas aún no han tomado conciencia sobre el peligro que representa para ellos, su familia y la comunidad en general, conducir bajo los efectos del alcohol, tal vez porque no han sufrido nunca la tragedia que representa una situación de estas.
En Buga a diario se presentan accidentes de tránsito por diferentes circunstancias, pero el fin de semana la mayor parte de estos sucesos se presentan en motocicletas y son consecuencia del alicoramiento de sus conductores que salen de los sitios de diversión nocturna a seguir rodando por las calles de la ciudad muchas veces con exceso de pasajeros, puesto que hasta tres y cuatro personas son sorprendidas por las autoridades cometiendo este tipo de infracciones. Así fue que en horas de la madrugada, hacia las tres y media del pasado domingo 4 de agosto, tres mujeres que las autoridades identificaron como: Leydi Johana Murcia Ruiz, conductora de la moto de marca Agility, quien fue ingresada a la sala de pacientes críticos; su sobrina Luz Adriana Ruiz Garro, y Eliana Fajardo, amiga, sufrieron un grave accidente cuando las tres viajaban en la motocicleta al parecer bajo el efecto del alcohol.
Según la información, el trio de mujeres que pocos minutos antes habían salido de una discoteca ubicada en la calle 1 con carrera 12, subieron a la motocicleta y alcanzaron a avanzar algunos metros, pero la conductora perdió el control provocándoles la caída y por ende fuertes contusiones contra el pavimento, pero la peor parte la sufrió Leydi que recibió un fuerte golpe en la cabeza.
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Varias personas que salían de los diferentes sitios y que presenciaron el hecho, dieron aviso al Cuerpo de Bomberos Voluntarios, que en una ambulancia las trasladó hasta el hospital San José. Allí varios minutos después, Leydi fue intervenida quirúrgicamente debido a las hemorragias internas que padecía, siendo trasladada a la UCI, pero desafortunadamente este accidente tuvo un desenlace fatal cuando el pasado martes en horas de la tarde la mujer falleció.
A Leidy Johana, de 25 años, le sobreviven dos hijos; su inconsolable madre María Teresa, y su esposo Jaime Serrano, quienes no logran entender aún cómo una noche de diversión termina en una tragedia tan grande.
Las honras fúnebres se llevaron a cabo el jueves pasado en horas de la mañana.
Otro caso fue el de un hombre que responde al nombre José Asdrúbal Idárraga, que sufrió un grave accidente al chocar su moto contra el separador del antejardín en la glorieta del barrio los Ángeles, donde sufrió un grave golpe en la cabeza y tuvo que ser trasladado en una ambulancia hacia la clínica Urgencias Médicas, pues no paraba de perder sangre. Esta persona conducía una motocicleta de marca Honda C -70 color rojo, de matrícula ITR–95, y según el informe oficial, también conducía en estado de embriaguez.
Precisamente ese día en el parque Santa Bárbara, la Secretaria de Tránsito se encuentraba realizando una campaña de concientización a los conductores de motos.