
Aunque los vecinos del sector fueron herméticos con la Policía y no quisieron suministrar ninguna información que les permita a los investigadores dar con los responsables, se supo que William Andrés, de 31 años, no tenía familia en Tuluá y que desde hace algún tiempo había llegado desde el municipio de Zarzal, en el norte del Valle.
Sin embargo, un testigo del hecho dijo que los sicarios, sin mediar palabra procedieron a dispararle, propinándole un impacto a la altura del tórax.
Gravemente herido, el hombre alcanzó a correr por lo menos una cuadra en donde finalmente se desplomó inconsciente.
Segundos después del ataque, la víctima falleció en la Clínica San Francisco de Tuluá a pesar de los esfuerzos que hicieron los médicos de ese centro asistencial por salvarle la vida.
El cadáver de William Andrés Lombana fue llevado hasta el municipio de Zarzal en donde sus familiares le dieron cristiana sepultura