
La esposa de Juan Diego dijo a la Policía que desde el viernes 26 de noviembre, en horas de la tarde, no supo más de su cónyuge, luego de que saliera a comprar la propiedad, donde irónicamente, fue encontrado muerto. El cuerpo inerte mantenía en sus bolsillos más de cuatro mil balboas en efectivo.
Tanto el cuerpo de Juan Diego como el de la persona no identificada estaban dentro de los predios de la propiedad, a unos 300 metros de distancia. Sus verdugos, dijo la Policía, los taparon con mucha cal para que la descomposición se acelerara y así no pudieran encontrarlos. Además, para que se confundieran con la vegetación del sitio.
La casa, que está en una colina frente al mar, estaba totalmente vacía en su interior, pero una camioneta de color blanco permanecía estacionada frente a la casa.
Un joven está detenido, después que fue sorprendido por las autoridades tratando de llevarse dicho auto. Indicó que lo contrataron para tal fin y que no sabe nada.
Investigación. Existe un número telefónico que la Policía está rastreando, dado que en varias ocasiones llamó a la esposa del infortunado para decirle la verdad de todo lo que ocurrió y el por qué se da la ejecución.
Vecinos del lugar precisaron que lanchas rápidas y mucho movimiento se dio en las inmediaciones de la propiedad durante todo el fin de semana. La casa presuntamente es de un indostanés.
Las autoridades que llevan el caso no descartan que al realizar una reinspección a la finca, encuentren otros cuerpos en igual estado, debido a que las personas que son las encargadas de limpiar no aparecen. Juan Diego, era un ciudadano bugueño, que fue a Panamá en busca de nuevos horizontes y una mejor calidad de vida.