El Periódico
Un panorama desolador se registró en el Barrio Santa María del Palmar el pasado miércoles 12 de enero hacia las 3:30 de la tarde, en medio de un reguero de rosas rojas, yacía el cuerpo de la enfermera de 39 años de edad Ana Milena Hincapié Tabares.
Todo parece indicar que un mensajero llegó hasta su residencia a entregarle un ramo de flores, ella extendió sus brazos para recibirlos sin sospechar que tras de ese detalle estaría camuflada su muerte.
Algunos vecinos del sector indicaron que se escucharon detonaciones y pensaron que se trataba de tronantes, pero la realidad era otra, el sicario aprovechó la soledad del momento para cometer su fechoría.
Ana Milena laboró como enfermera en Coomeva y actualmente desempeñaba este trabajo en la Clínica Maranatha.
Las rosas rojas y la tarjeta que acompañaba el ramo quedaron esparcidas sobre la via como prueba contundente del homicidio perpetrado en la humanidad de una dama de quien sus vecinos desconocían tuviera inconvenientes de tal naturaleza que le conllevaran a cobrarle la vida de esta manera.
Un panorama desolador se registró en el Barrio Santa María del Palmar el pasado miércoles 12 de enero hacia las 3:30 de la tarde, en medio de un reguero de rosas rojas, yacía el cuerpo de la enfermera de 39 años de edad Ana Milena Hincapié Tabares.
Todo parece indicar que un mensajero llegó hasta su residencia a entregarle un ramo de flores, ella extendió sus brazos para recibirlos sin sospechar que tras de ese detalle estaría camuflada su muerte.
Algunos vecinos del sector indicaron que se escucharon detonaciones y pensaron que se trataba de tronantes, pero la realidad era otra, el sicario aprovechó la soledad del momento para cometer su fechoría.
Ana Milena laboró como enfermera en Coomeva y actualmente desempeñaba este trabajo en la Clínica Maranatha.
Las rosas rojas y la tarjeta que acompañaba el ramo quedaron esparcidas sobre la via como prueba contundente del homicidio perpetrado en la humanidad de una dama de quien sus vecinos desconocían tuviera inconvenientes de tal naturaleza que le conllevaran a cobrarle la vida de esta manera.