Redacción Tuluá
El Periódico
Eran apenas las 3:30 de la tarde del pasado lunes 8 de agosto, cuando Brayan Cardona Rodríguez, un joven de tan sólo 18 años de edad, se disponía dejar el gimnasio al que acostumbraba ir a sus practicas deportivas, pero nada le dio a conocer que lo inesperado le aguardaba en las afueras de este sitio, a la altura de la calle 5C con carrera 17 del barrio Flor de La Campana.
Aún sudoroso y sonriente por culminar a tiempo sus prácticas de costumbre, llegó a la puerta del gimnasio y a pocos metros de este, fue acribillado a bala por sujetos desconocidos que se movilizaban en motocicleta de alto cilindraje, y sin dejar rastro alguno emprendieron la huida.
Testigos del hecho manifestaron que en el suceso también fue alcanzado por las balas, otra persona que se encontraba en el lugar y que fue remitida de inmediato hasta un centro asistencial.
El pánico se apoderó de los muchos practicantes que se encontraban en sus actividades, y salieron despavoridos, a la vez que manifestaron que Brayan era un joven callado, amable con los demás, mantenía muy sonriente y de mucho entusiasmo, por lo que no entienden qué pudo conllevar a este hecho de sangre.
Las autoridades de inmediato desplegaron un intenso operativo para dar con el paradero de los autores materiales de este crimen que enluta a una familia de la ciudad.
El Periódico
Eran apenas las 3:30 de la tarde del pasado lunes 8 de agosto, cuando Brayan Cardona Rodríguez, un joven de tan sólo 18 años de edad, se disponía dejar el gimnasio al que acostumbraba ir a sus practicas deportivas, pero nada le dio a conocer que lo inesperado le aguardaba en las afueras de este sitio, a la altura de la calle 5C con carrera 17 del barrio Flor de La Campana.
Aún sudoroso y sonriente por culminar a tiempo sus prácticas de costumbre, llegó a la puerta del gimnasio y a pocos metros de este, fue acribillado a bala por sujetos desconocidos que se movilizaban en motocicleta de alto cilindraje, y sin dejar rastro alguno emprendieron la huida.
Testigos del hecho manifestaron que en el suceso también fue alcanzado por las balas, otra persona que se encontraba en el lugar y que fue remitida de inmediato hasta un centro asistencial.
El pánico se apoderó de los muchos practicantes que se encontraban en sus actividades, y salieron despavoridos, a la vez que manifestaron que Brayan era un joven callado, amable con los demás, mantenía muy sonriente y de mucho entusiasmo, por lo que no entienden qué pudo conllevar a este hecho de sangre.
Las autoridades de inmediato desplegaron un intenso operativo para dar con el paradero de los autores materiales de este crimen que enluta a una familia de la ciudad.