El esposo casi la mata
Redacción Tuluá
El Periódico
Hacia las 7:30 de la noche en el Callejón Corinto del Corregimiento de Aguaclara en el municipio de Tuluá en el norte del Valle del Cauca, un caso de intolerancia por segunda ocasión, por poco causa la muerte de una trabajadora y humilde mujer.
El hecho se registró el pasado viernes 9 de Septiembre, cuando luego de salir de su residencia en el callejón Pedroza en busca de la frescura de la noche, Flor Vinasco Cabrera de 40 años de edad fue sorprendida por su ex-compañero sentimental, con quien desde hace algún tiempo había roto todo vinculo marital, de repente, tal como ella lo narró, “Él se vino detrás en la moto, me alcanzó, yo le dije que no quería seguir viviendo con él y me empujó a un lado de la vía”.
Ella no presagió que el agresor continuaría con estos ataques de celos en una relación que no tenía cimientos.
Acto seguido, el hombre arremetió contra su víctima con tal furia que trató de ahorcarla, al punto de dejarla casi que sin respiración, ocasionándole un desmayo.
Los moradores del sector donde se presentó el incidente, de inmediato trasladaron la humilde y trabajadora mujer hasta un centro asistencial, para que fuera valorada por los facultativos, debido a las heridas causadas con un elemento fuerte con el que el victimario trató de quitarle la vida, dejándole a más de las huellas Psicológicas, el temor y pánico, notables heridas.
Flor llevaba cerca de 8 meses de haberse casado con Ricardo, pero la separación se dio a raíz de los constantes alegatos y discordias que se registraban en el seno del hogar por parte de quien fuera su esposo, “Esto me tenía sumamente cansada” indicó la víctima, quien por segunda ocasión ha sido atacada violentamente por su ex-esposo, con lagrimas en sus ojos y totalmente acongojada recuerda ella la primera vez que el mismo hombre se abalanzó en una moto que conducía sobre ella y su hija, viéndose la señora Flor al borde de la muerte.
Este hecho ha sido repudiado por los habitantes del Corregimiento de Aguaclara, ya que desde hace mucho tiempo conocen a la señora Flor Vinasco Cabrera, y de quien dieron las mejores recomendaciones como una mujer de sanas costumbres, trabajadora, respetuosa de los vecinos y de su hogar, a quien en los últimos días se le venía notando preocupada, quizá por las agresiones de que venía siendo objeto por el señor Ricardo.
El Periódico pudo conocer que en el municipio de Tuluá hasta este caso, se han registrado 1.146 ataques violentos contra la mujer, siendo los meses de Junio y Septiembre los más críticos y registrados, ello sin contar los casos de maltrato intrafamiliar, agresiones a la mujer, que no son reportados por temor a las retaliaciones de los agresores.
Esto demuestra la falta de tolerancia que existe en la Villa de Céspedes, al igual que acciones gubernamentales que reduzcan notablemente estas situaciones que desequilibran el esquema social de un municipio, que de la noche a la mañana esta registrando altas cifras de violencia intrafamiliar y agresiones contra la mujer.
Las estadísticas que reposan en la Comisaría de Familia en Casa de Justicia, son el fiel testimonio de la falta de afecto entre los seres queridospara evitar dicha situación.
Lesiones físicas, abandonos, rechazo entre los amigos, como objeto de burlas entre otras, son las lamentables condiciones que diariamente se reportan ante los organismos de protección a la mujer, ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, las Comisarías de Familia, la personería, aún ante los medios de comunicación, sin que exista una política integra, incluyente que salga a la defensiva de quien hemos denominado la columna vertebral de la sociedad, a la que se está sometiendo ante los ojos indolentes de una sociedad de consumo y poco tolerante.
Redacción Tuluá
El Periódico
Hacia las 7:30 de la noche en el Callejón Corinto del Corregimiento de Aguaclara en el municipio de Tuluá en el norte del Valle del Cauca, un caso de intolerancia por segunda ocasión, por poco causa la muerte de una trabajadora y humilde mujer.
El hecho se registró el pasado viernes 9 de Septiembre, cuando luego de salir de su residencia en el callejón Pedroza en busca de la frescura de la noche, Flor Vinasco Cabrera de 40 años de edad fue sorprendida por su ex-compañero sentimental, con quien desde hace algún tiempo había roto todo vinculo marital, de repente, tal como ella lo narró, “Él se vino detrás en la moto, me alcanzó, yo le dije que no quería seguir viviendo con él y me empujó a un lado de la vía”.
Ella no presagió que el agresor continuaría con estos ataques de celos en una relación que no tenía cimientos.
Acto seguido, el hombre arremetió contra su víctima con tal furia que trató de ahorcarla, al punto de dejarla casi que sin respiración, ocasionándole un desmayo.
Los moradores del sector donde se presentó el incidente, de inmediato trasladaron la humilde y trabajadora mujer hasta un centro asistencial, para que fuera valorada por los facultativos, debido a las heridas causadas con un elemento fuerte con el que el victimario trató de quitarle la vida, dejándole a más de las huellas Psicológicas, el temor y pánico, notables heridas.
Flor llevaba cerca de 8 meses de haberse casado con Ricardo, pero la separación se dio a raíz de los constantes alegatos y discordias que se registraban en el seno del hogar por parte de quien fuera su esposo, “Esto me tenía sumamente cansada” indicó la víctima, quien por segunda ocasión ha sido atacada violentamente por su ex-esposo, con lagrimas en sus ojos y totalmente acongojada recuerda ella la primera vez que el mismo hombre se abalanzó en una moto que conducía sobre ella y su hija, viéndose la señora Flor al borde de la muerte.
Este hecho ha sido repudiado por los habitantes del Corregimiento de Aguaclara, ya que desde hace mucho tiempo conocen a la señora Flor Vinasco Cabrera, y de quien dieron las mejores recomendaciones como una mujer de sanas costumbres, trabajadora, respetuosa de los vecinos y de su hogar, a quien en los últimos días se le venía notando preocupada, quizá por las agresiones de que venía siendo objeto por el señor Ricardo.
El Periódico pudo conocer que en el municipio de Tuluá hasta este caso, se han registrado 1.146 ataques violentos contra la mujer, siendo los meses de Junio y Septiembre los más críticos y registrados, ello sin contar los casos de maltrato intrafamiliar, agresiones a la mujer, que no son reportados por temor a las retaliaciones de los agresores.
Esto demuestra la falta de tolerancia que existe en la Villa de Céspedes, al igual que acciones gubernamentales que reduzcan notablemente estas situaciones que desequilibran el esquema social de un municipio, que de la noche a la mañana esta registrando altas cifras de violencia intrafamiliar y agresiones contra la mujer.
Las estadísticas que reposan en la Comisaría de Familia en Casa de Justicia, son el fiel testimonio de la falta de afecto entre los seres queridospara evitar dicha situación.
Lesiones físicas, abandonos, rechazo entre los amigos, como objeto de burlas entre otras, son las lamentables condiciones que diariamente se reportan ante los organismos de protección a la mujer, ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, las Comisarías de Familia, la personería, aún ante los medios de comunicación, sin que exista una política integra, incluyente que salga a la defensiva de quien hemos denominado la columna vertebral de la sociedad, a la que se está sometiendo ante los ojos indolentes de una sociedad de consumo y poco tolerante.