Redacción Guacarí
El Periódico
Los familiares de Luís Felipe Vega Naspiran de 53 años, que fue arrollado por un carro fantasma en la glorieta de ingreso al municipio de Guacarí-Valle el sábado 24 de septiembre de 2011, a las 9:00 p.m., ofrecieron una jugosa recompensa a quien pueda dar información precisa y veraz, que conduzca a dar con el paradero del conductor del vehículo, que por varios indicios se presume es de la misma localidad, para este efecto se pueden comunicar al teléfono 312 2914654.
Según se estableció el día de su muerte, vega se dirigía caminando hacia el corregimiento de Guabitas donde residía, acompañado por su amigo fiel, un perro que no lo desamparó ni al momento de su muerte, ni después, pues permaneció siempre a su lado hasta la llegada de las autoridades que desplazaron el cadáver hasta las instalaciones de Medicina Legal de la ciudad de Buga, de allí sus familiares lo trasladaron a su ciudad de origen al día siguiente para celebrar sus honras fúnebres.
El lunes 26 de septiembre en horas de la tarde, se realizó el sepelio del cerrajero que según su hermano era su profesión y que era el tercero de cuatro hermanos que se encuentran muy dolidos por la forma en qué la persona que le causó la muerte, lo dejó abandonado en ese paraje solitario y a merced de que otros vehículos que hubieran podido destrozar el cuerpo, cosa que no sucedió y por lo cual dieron gracias al creador.
Luís Felipe era hijo de Ángel Vega ya fallecido y Lorena Naspiran, los servicios fúnebres fueron prestados por la Funeraria Bueno de Guacarí Valle
El Periódico
Los familiares de Luís Felipe Vega Naspiran de 53 años, que fue arrollado por un carro fantasma en la glorieta de ingreso al municipio de Guacarí-Valle el sábado 24 de septiembre de 2011, a las 9:00 p.m., ofrecieron una jugosa recompensa a quien pueda dar información precisa y veraz, que conduzca a dar con el paradero del conductor del vehículo, que por varios indicios se presume es de la misma localidad, para este efecto se pueden comunicar al teléfono 312 2914654.
Según se estableció el día de su muerte, vega se dirigía caminando hacia el corregimiento de Guabitas donde residía, acompañado por su amigo fiel, un perro que no lo desamparó ni al momento de su muerte, ni después, pues permaneció siempre a su lado hasta la llegada de las autoridades que desplazaron el cadáver hasta las instalaciones de Medicina Legal de la ciudad de Buga, de allí sus familiares lo trasladaron a su ciudad de origen al día siguiente para celebrar sus honras fúnebres.
El lunes 26 de septiembre en horas de la tarde, se realizó el sepelio del cerrajero que según su hermano era su profesión y que era el tercero de cuatro hermanos que se encuentran muy dolidos por la forma en qué la persona que le causó la muerte, lo dejó abandonado en ese paraje solitario y a merced de que otros vehículos que hubieran podido destrozar el cuerpo, cosa que no sucedió y por lo cual dieron gracias al creador.
Luís Felipe era hijo de Ángel Vega ya fallecido y Lorena Naspiran, los servicios fúnebres fueron prestados por la Funeraria Bueno de Guacarí Valle