Redacción Tuluá
El Periódico
Cuando el reloj marcaba las 7:00 de la noche del pasado martes 24 de enero, nuevamente se interrumpió la calma que reinaba en la Villa de Céspedes, luego de una semana de hechos violentos.
En esta oportunidad, la víctima de los sicarios fue un reconocido trabajador de una empresa cable operadora de Tuluá, identificado como Henry Arturo Rodríguez, de 39 años de edad, en hechos registrados en inmediaciones a la iglesia del Santo Apóstol Aparecido, en la vía que al corregimiento Tres Esquinas, en momentos que este se dirigía de su residencia hacia el barrio Portales del Río, siendo atacado sorpresivamente y a la mansalva por sujetos, que sin cruzar diálogo, lo arremetieron a bala, causándole la muerte en el acto.
La víctima de este ataque sicarial se movilizaba a bordo de una motocicleta Honda Ero de color negro, de placa APY 31C. Hasta el lugar del crimen, arribaron los agentes de la Sijín e investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI de la Fiscalía quienes realizaron el respectivo levantamiento e inspección al cuerpo que yacía en la vía pública, era natural de Tuluá, había laborado en una reconocida heladería de la ciudad, actualmente era asesor comercial de una empresa de comunicaciones y propietario de una licorera ubicada en el barrio Rubén Cruz Vélez. Deja tres hijos, dos de los cuales son hombres con edades de 4 y 15 años, mientras que la mujer solo tiene 14 años de edad, en su grupo familiar eran 10 hermanos.