Luto en Buga por muerte de uno de sus ciudadanos

Redacción Buga

El Periódico

Héctor Hernán López Morales de48 años de edad, procedentede una tradicional familia bugueña que se dedican a la preparación de comidas típicas para todo tipo de eventos, oficio que heredó de su padre don Héctor Fabio López, ya fallecido y su madre María Luisa Morales,en lo cual él también se desempeñaba hasta el día de su muerte, cuando fue atacado con un arma de fuego por un desconocido que le provocó graves heridas, en hechos quesegún las versiones recopiladas que se presentaron el martes 21 de agosto a las 7:30 de la noche, cuando éste jugaba una partida de parqués, junto a algunos amigos sobre el andén de una vivienda ubicada a pocos pasos de su casa materna en la calle 14 con carrera 16 del populoso barrio Sucre,hasta donde un individuo motorizado llegó y le disparó repetidas veces,dejándolo gravemente herido, por esta razón fue trasladado rápidamente hasta el Hospital San José donde se produjo su deceso a  las 7:59 de la noche.

Los familiares del desafortunado y los vecinos del sector, coinciden en que la violenta muerte de Héctor fue un error, por tal motivo la JAC del barrio Sucre se manifestó a través de un comunicado que donde textualmente dice con profundo Pesar:“Registramos el vil asesinato del señor Hernán López, los que aquí moramos desde hace muchos años, no salimos del asombro del asesinato de nuestro amigo querido y apreciado por todos, y extraordinario padre de familia que era llamado cariñosamente “Caquito”. En estos momentos de luto y dolor, queremos expresar a todos sus familiares y allegados nuestras condolencias y mucha fortaleza a nombre de los miembros de la JAC del  barrio Sucre de Buga”.

Héctor, integrante de siete hermanos, había conformado una familia junto a la señora Luz Aida Ayala, con  la cual había contraído matrimonio dejando tres hijos, su velación se cumplió en la casa materna, hasta donde una multitud de personas los acompañaron. Sus honras fúnebres se realizaron el jueves 23 de agosto de 2012, después de un solemne servicio religioso en la catedral.