“Cada día que pasa, recuerdo más tu voz, también tu mirada triste, pero también llena de amor, siempre te llevo en mi mente y por siempre estarás en mi corazón.
Me dejaste muy pronto y aunque sé que con Dios estás, yo esperaré el momento de tu mejilla volver a besar.
Recuerdo siempre tu mirada que fue un regalo a mi existir, mis sacrificios hiciste pagar, sólo al verte sonreír.
Sé que mis oraciones a Dios y mi amor de madre,
permitirán que en el Cielo te pueda encontrar para seguir dándote mi amor
para toda la eternidad y volver a escuchar de tus labios… Mamá”.