Redacción Tuluá
El Periódico
Los sueños que tenía una tulueña de mejorar su figura física, se quedaron en el quirófano de una reconocida clínica de Cali, en donde Diana Elizabeth Grajales Chaparro, de 28 años, se sometió a un procedimiento quirúrgico.
Katherine Grajales, dijo que su hermana, quien estaba casada con un chileno desde hace cuatro años y tenía dos niños pequeños, había llegado la semana pasada al país, no sólo a visitar a su familia en Tuluá sino a hacerse una liposucción.
“Hace dos años, ella se había hecho una cirugía en los senos y ahora se había asesorado muy bien y había escogido una clínica reconocida que le habían recomendado para hacerse esa operación”, manifestó Solangel, otra de las hermanas de Diana Elizabeth.
“Pues lo único que sabemos es que a mi hermana se le bajó la presión cuando la estaban operando y luego los médicos la estabilizaron porque al parecer sufrió una falla cardiaca”, manifestó Catherine.
Fue así como la paciente alcanzó a ser trasladada en una ambulancia hasta la clínica Imbanaco a donde llegó prácticamente sin signos vitales.
“Lo que estamos esperando son los resultados de la necropsia para establecer realmente qué fue lo que le pasó a mi hermana porque ella era una mujer que gozaba de buena salud”, indicó Katherine, quien dijo que la familia no sabe a ciencia cierta si fue que “a los médicos se les salió de las manos”
Lo que se ha establecido es que Diana Elizabeth Grajales se iba a hacer una liposucción y que la grasa que le iban a quitar del abdomen se la aplicarían en los glúteos.
Esta joven mujer, quien actualmente cursaba quinto semestre de bacteriología en la Universidad Santo Tomás, vivía en Iquique, en el norte de Chile desde hace cinco años, a donde se había trasladado en busca de mejores oportunidades laborales.
Ahí había conocido a Mauricio Alcanto, un chileno con quien se casó y disfrutaba de la belleza de esa ciudad conocida como “el lugar de los sueños”.
