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Luego de un proceso de adopción que se realizó en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en Cali, fue adoptada por un matrimonio extranjero que luego le cambió el nombre.
“Me dicen que mis padres me entregaron en adopción porque en ese momento en Colombia se vivía una guerra muy dura”, manifestó Mary, quien indicó que no desmayará en su intento por conocer sus raíces.
Según María Elena Aguirre López, quien por la época se desempeñó como defensora de familia en el ICBF de Buga, efectivamente los trámites para adoptar niños en ese entonces se hacían por Cali.
“Mi mamá me dice que mi madre biológica me dejó en un hogar de paso y nunca volvió por mí; ella también me comentó que yo le decía que había visto a mi padre biológico matar a mi madre en un río, no sé qué es verdad y qué es mentira”.
Esta joven, que cree que sus padres aún viven en la ciudad de Buga, sólo conserva una fotografía que le fue enviada a sus padres adoptivos cuando se hacían los trámites para la adopción. “Acá, en los Estados Unidos nadie puede ayudarme porque es una adopción internacional”, se lamentó Mary Salazar, sin embargo, no pierde la esperanza de reencontrarse con sus padres en Colombia a quienes está buscando desde cuando cumplió sus 18 años.
“Mi única esperanza es llegar a conocerlos algún día, lo único que quiero es saber si tengo hermanos, si mi madre y padre biológicos están vivos”, manifestó Mary Salazar, quien ahora vive en la Florida-Estados Unidos