Un poderoso movimiento telúrico sacudió la noche de este miércoles la zona centro-norte Chile con un saldo de al menos 10 muertos.
El Servicio Sismológico de Estados Unidos dijo que el sismo tuvo una magnitud de 8,3 y el epicentro se ubicó a unos 177 kilómetros al norte de la ciudad costera de Valparaíso. El sismo se produjo a una profundidad de 11 kilómetros.
Lo inusual del terremoto fue su duración: más de tres minutos. Según registraron medios locales el sismo se sintió a las 19.55, hora local (22.55 GMT).
En total, 10 de las 15 regiones de Chile resultaron afectadas.
“Las medidas fueron tomadas de manera muy rápida y la evacuación de todas las zonas costeras se hizo de buena manera. Sé que para las personas evacuadas eso es duro y en algunos lugares frío, pero necesitamos tomar esas medidas para proteger su vida”, dijo la presidenta, Michelle Bachelet.
Diferentes puntos de la costa chilena recibieron olas de tsunami, pero no de gran tamaño.
La alerta ya se canceló en todo el país.
Además de en Chile, también hubo alertas de tsunami para Perú, Hawái, Nueva Zelanda y partes de la costa oeste de EE.UU.
Hasta el momento se han registrado unas 60 réplicas, la mayor de magnitud 6,7.
La primera víctima de la noche fue reportada por Denis Cortés, alcalde de Illapel, la localidad más cercana al epicentro.
Según indicó a Radio Cooperativa falleció “aplastada por un muro en un restaurante”.
“Fue dramático. Costaba mantenerse de pie. Había que afirmarse de cualquier forma. Las personas que han vivido otros terremotos, dicen que esto ha superado todo”.
El ministro del Interior, Jorge Burgos, ordenó desde un principio la evacuación preventiva de las zonas costeras desde Arica hasta Puerto Aysén.
Para el final de la noche se calculaba que más de un millón de personas fueron evacuadas después de que se diera la orden de resguardo por encima de los 30 metros sobre el nivel del mar, aunque posteriormente se estimó que fueron aproximadamente 660.000 personas.
Las olas de mayor tamaño, de hasta cinco metros, se registraron en el borde costero de la norteña ciudad de Coquimbo.
Diego Mena Cosgrove, dijo a BBC Mundo que estaba en el cine cuando se produjo el sismo. “Fue una sensación que no se la doy a nadie, afortunadamente todos evacuaron por las salidas de emergencia, soy de la ciudad de la Serena, relativamente cerca del epicentro”, dijo.
Ricardo Jirón, ingeniero civil que vive en Santiago, dijo a BBC Mundo que en la capital “se sintió muy intenso, duró varios minutos y nuestra sensación es que se repetía lo mismo que en febrero de 2010. Hasta ahora no es así, sigue la vida normal”.
Como manera de prevención y para permitir la actuación de los grupos de asistencia en casos de desastres, las autoridades suspendieron las clases en las regiones de Atacama y de Los Lagos.
El terremoto golpeó al país en vísperas de las fiestas patrias, cuando miles de chilenos suelen viajar a la costa y otras zonas turísticas, explicó el corresponsal de BBC Mundo en el Cono Sur, Ignacio de los Reyes.
El país tiene un largo historial de fuertes terremotos y tsunamis. El más reciente ocurrió en 2010, 5,6 veces más poderoso que el de este miércoles.
El sismo se sintió fuertemente en la provincia argentina de Mendoza, en la frontera con Chile, e incluso en barrios de Buenos Aires, donde algunos edificios fueron evacuados.
Pese a las víctimas mortales y a los daños causados, el terremoto ha sido menos dañino de lo que en un principio se preveía, dado su gran intensidad. En 2010 Chile sufrió un tsunami de grandes proporciones tras un terremoto de 8,8 grados. Más de 500 personas fallecieron entonces. Debido a los constantes peligros sísmicos, Chile ha ido mejorando con los años su infraestructura y la logística para enfrentarse a terremotos de alta magnitud. El Gobierno chileno ha declarado el estado de excepción constitucional de catástrofe en la región de Coquimbo, tras la visita de Bachelet a la región más afectada por el temblor. La zona está más dañada de lo que el Gobierno creía en principio.