Redacción Tuluá
El Periódico
Cuatro días después de que se implantara en la ciudad la prohibición del parrillero hombre mayor de 12 años, los sicarios motorizados incursionaron de nuevo en el barrio Farfán, el 26 de agosto del año en curso. Esta vez la víctima fue un mecánico de motos, quien fue sorprendido por los criminales en el momento en que almorzaba en el taller junto a su esposa y a su pequeño hijo.
El hecho se registró al promediar la tarde en un pequeño taller de mecánica y mantenimiento de motocicletas, ubicado sobre la Calle 25 No. 1-33, al occidente de la ciudad.
La víctima de 41 años, padre de cuatro hijos, fue identificada como Juan Carlos Hernández, quien residía en la Vereda Los Estrechos, en el municipio de Riofrío.
En el mismo hecho resultó herida su esposa, quien lo acompañaba en ese momento, siendo identificada como Norbelly Montilla Bonilla, de 35 años, recibiendo heridas en un brazo y en una pierna.
Al parecer, los pistoleros utilizaron armas automáticas, de acuerdo con las vainillas halladas en la escena del crimen.
Testigos del hecho, manifestaron que el homicidio fue cometido por dos hombres jóvenes que se desplazaban en una motocicleta.
"Uno de los sicarios entró hasta al taller y le propinó por lo menos ocho tiros al mecánico, luego salió caminando y más adelante se montó como parrillero en una motocicleta que lo estaba esperando", indicó uno de los vecinos que presenció los hechos.
Otro de los testigos aseguró que los pistoleros posiblemente no conocían bien la ciudad, porque alcanzaron a recorrer por lo menos una cuadra en contravía por la Calle 25 hacia arriba, hasta el Barrio Las Américas, luego voltearon a la izquierda y se internaron en el Barrio Nuevo Farfán.
Doña Amparo Hernández, dijo que su sobrino no tenía enemigos y que no entiende qué pasó, porque según ella, toda la vida él se dedicó a trabajar y a responder por sus cuatros hijos.
El hecho más reciente se había registrado el pasado miércoles 19 de agosto del presente en el Barrio Bolívar, en donde desconocidos asesinaron de dos disparos en la cabeza a uno de los líderes de los "motorratones" Manuel Ferney Sinisterra Pareja, de 43 años.
Desde entonces, habían transcurrido cinco días sin que se registraran muertes violentas en las calles de Tuluá
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Cuatro días después de que se implantara en la ciudad la prohibición del parrillero hombre mayor de 12 años, los sicarios motorizados incursionaron de nuevo en el barrio Farfán, el 26 de agosto del año en curso. Esta vez la víctima fue un mecánico de motos, quien fue sorprendido por los criminales en el momento en que almorzaba en el taller junto a su esposa y a su pequeño hijo.
El hecho se registró al promediar la tarde en un pequeño taller de mecánica y mantenimiento de motocicletas, ubicado sobre la Calle 25 No. 1-33, al occidente de la ciudad.
La víctima de 41 años, padre de cuatro hijos, fue identificada como Juan Carlos Hernández, quien residía en la Vereda Los Estrechos, en el municipio de Riofrío.
En el mismo hecho resultó herida su esposa, quien lo acompañaba en ese momento, siendo identificada como Norbelly Montilla Bonilla, de 35 años, recibiendo heridas en un brazo y en una pierna.
Al parecer, los pistoleros utilizaron armas automáticas, de acuerdo con las vainillas halladas en la escena del crimen.
Testigos del hecho, manifestaron que el homicidio fue cometido por dos hombres jóvenes que se desplazaban en una motocicleta.
"Uno de los sicarios entró hasta al taller y le propinó por lo menos ocho tiros al mecánico, luego salió caminando y más adelante se montó como parrillero en una motocicleta que lo estaba esperando", indicó uno de los vecinos que presenció los hechos.
Otro de los testigos aseguró que los pistoleros posiblemente no conocían bien la ciudad, porque alcanzaron a recorrer por lo menos una cuadra en contravía por la Calle 25 hacia arriba, hasta el Barrio Las Américas, luego voltearon a la izquierda y se internaron en el Barrio Nuevo Farfán.
Doña Amparo Hernández, dijo que su sobrino no tenía enemigos y que no entiende qué pasó, porque según ella, toda la vida él se dedicó a trabajar y a responder por sus cuatros hijos.
El hecho más reciente se había registrado el pasado miércoles 19 de agosto del presente en el Barrio Bolívar, en donde desconocidos asesinaron de dos disparos en la cabeza a uno de los líderes de los "motorratones" Manuel Ferney Sinisterra Pareja, de 43 años.
Desde entonces, habían transcurrido cinco días sin que se registraran muertes violentas en las calles de Tuluá