
Sus hijos, hermanos, nietos, tíos, sobrinos y demás familiares, además de sus más cercanos amigos recibieron las expresiones de solidaridad ante el fallecimiento y a la vez agradecieron por el acompañamiento.
Eimar Jiménez, será recordado como un hombre alegre y de gran apego por Tuluá, quien en fechas especiales no faltaba, se le vió por última vez disfrutando de la feria y viendo especialmente la cabalgata en el barrio Victoria.
"El Conejo", Eimar Jiménez como afectuosamente era conocido, falleció como consecuencia de un infarto al corazón.
Era uno de los impulsores de los momentos de alegría en el barrio Céspedes y la Graciela, especialmente en las despedidas de año en donde integrando a los pobladores despedía el año con pólvora y jolgorio.