Accidente en el Hotel Condado Plaza

Redacción Buga
El Periódico
En horas de la mañana más o menos once y quince minutos del día 03 octubre, un hombre de avanzada edad, del cual no se pudo establecer su identidad, se encontraba realizando unas reparaciones en el techo del sexto piso del Hotel Condado Plaza, luego de haberse presentado un fuerte aguacero en la ciudad, al parecer esta persona fue a revisar y tapar algunas goteras que habían en el techo, pero por la humedad que aún guardaban las tejas, estas cedieron ante el peso del trabajador, provocando la caída de este que pasó derecho por el cielo raso y cayó al piso de un comedor del hotel, golpeándose gravemente en la cabeza. De inmediato la administración del sitio dio aviso a los bomberos que llegaron al lugar en la unidad numero 16 con varios de sus paramédicos y auxiliaron al hombre que se había golpeado la cabeza y sangraba copiosamente, lo que hizo presentir lo peor; rápidamente se le colocó un inmovilizador de cuello y se le vendó la cabeza para tratar de parar el sangrado, luego de esto ante la inconveniencia de llevarlo en una camilla, los socorristas resolvieron la situación cargándolo sobre un asiento para bajarlo por el ascensor del sitio, hasta la calle donde una ambulancia esperaba, para ser trasladado hasta una clínica de la ciudad, donde fue atendido de urgencia, allí se comunicó que su pronóstico era reservado y que se estaba atendiendo con todos los medios que están al alcance para una recuperación satisfactoria de esta persona.
Algunos se quejaron por la falta de presencia de algún policía de tránsito o de los controladores, a pesar de que varios de ellos y algunos policías se encontraban a tan solo una cuadra en la calle 6 con carrera 14, realizando labores de control a motocicletas a esa misma hora, al parecer, nadie en medio de la confusión de las sirenas, los pitos, y los gritos de los curiosos, dio aviso a tiempo a las autoridades para que se hicieran presentes; pues se formó un tremendo trancón por la gran cantidad de curiosos que querían saber lo sucedido.
El control al tráfico lo asumió un vigilante de motos de las zonas azules, que con pito en boca, sacó adelante todo ese desorden que reinó por unos veinte minutos en ese lugar