.jpg)
Redacción TuluáEl Periódico
Luego de que fuera Internado de urgencias hacia las 9:30 de la mañana en el Hospital Rubén Cruz Vélez de la ciudad de Tuluá, el día jueves 18 de febrero, presentando fuerte dolor de cabeza, vómito y sudoración constante, falleció al día siguiente a las 2:00 de la tarde el señor Juan Carlos Mejía Ramírez de 32 años de edad y quien se dedicaba a la venta ambulante de verduras y productos agrícolas en una carreta.
La víctima, natural de Tuluá, compartía hogar con la señora Viviana Andrea Villada Espinosa, fruto del amor quedan tres hijos menores de edad.
Residía en una casa finca en inmediaciones al Lago Chilicote de Tuluá, barrio Pueblo Nuevo.
Juan Carlos Mejía Ramírez era hincha del América de Cali, hogareño, cumplidor de sus deberes, pocas veces manifestó estar enfermo o quebrantado de salud, razón por la cual, su compañera sentimental no entiende el por qué en el Hospital Rubén Cruz Vélez, los facultativos que lo atendieron determinaron que se encontraba intoxicado, o que al parecer habría ingerido alguna sustancia tóxica.
De hecho el no manipulaba estas sustancias, pues cabe anotar que se dedicaba a la venta de revuelto en su carreta.
Para orar por el eterno descanso de su alma, se oficiará una misa mañana domingo 28 de Febrero a las 7:00 de la noche en la Iglesia de la quinta, cerca al terminal de Tuluá. Por la asistencia a este acto de fe católica y el acompañamiento a las honras fúnebres, sus familiares expresan agradecimientos.
La víctima, natural de Tuluá, compartía hogar con la señora Viviana Andrea Villada Espinosa, fruto del amor quedan tres hijos menores de edad.
Residía en una casa finca en inmediaciones al Lago Chilicote de Tuluá, barrio Pueblo Nuevo.
Juan Carlos Mejía Ramírez era hincha del América de Cali, hogareño, cumplidor de sus deberes, pocas veces manifestó estar enfermo o quebrantado de salud, razón por la cual, su compañera sentimental no entiende el por qué en el Hospital Rubén Cruz Vélez, los facultativos que lo atendieron determinaron que se encontraba intoxicado, o que al parecer habría ingerido alguna sustancia tóxica.
De hecho el no manipulaba estas sustancias, pues cabe anotar que se dedicaba a la venta de revuelto en su carreta.
Para orar por el eterno descanso de su alma, se oficiará una misa mañana domingo 28 de Febrero a las 7:00 de la noche en la Iglesia de la quinta, cerca al terminal de Tuluá. Por la asistencia a este acto de fe católica y el acompañamiento a las honras fúnebres, sus familiares expresan agradecimientos.
