ROLDANILLO - El mundo artístico en Colombia está de luto por la muerte de Omar Rayo, uno de los artistas colombianos más representativos del siglo XX.
El pintor, grabador y escultor murió en la Clínica Valle de Lili, en Cali. Los médicos que le atendieron reportaron que su muerte se produjo hacia la una de la tarde del lunes 7 de junio de 2010, a causa de un infarto cardiaco. Después de su deceso, el artista vallecaucano de 82 años se despidió para siempre de sus seres queridos. Su esposa, la poeta Flor Águeda Pizarro, lo recuerda como una persona amistosa con los medios y como “un gran artista, dedicado a su arte, que se entregó a su país y a su pueblo”, igualmente destacó su incansable labor, por el museo y reiteró la decisión del pintor de no dejar cerrar el museo.
Su cuerpo fue velado en el Museo Rayo, una de las creaciones que el pintor y escultor le dejó a su querido Roldanillo, Valle.
La Administración Municipal decretó tres días de duelo en Roldanillo; así mismo, la gerencia norte del Valle declaró luto departamental y la Gobernación lamentó el fallecimiento.
El sepelio del “maestro” como muchos le llamaban se realizó el miércoles 10 de junio, después de las 3:00 de la tarde, poco después de una misa que se realizó en la iglesia de San Sebastián.
Sus restos fueron sepultados en el patio del museo que lleva su nombre, precisamente en el sitio donde hace algún tiempo cayó un relámpago.
El artista había pedido que se lo sepultara en el museo, al que dedicó gran parte de su vida.
Al funeral asistieron decenas de personas entre dirigentes y artistas nacionales e internacionales, quienes dieron el último adiós al pintor.
El Alcalde de Roldanillo, Jhon Willian Alba León, manifestó que “todo el municipio esta consternado, es una perdida incalculable para la cultura de Colombia”. Por otra parte, mediante resolución, la Asamblea del Valle anunció un minuto de silencio en sesión plenaria por Rayo y rendir homenaje póstumo a su vida y obra. Así mismo, solicitó a los Gobiernos Nacional, Departamental y Municipales, al Sector Privado Empresarial y estamentos artísticos culturales, que promuevan la preservación del Museo Rayo de Dibujo y Grabado Latinoamericano y la construcción del Museo del Intaglio, como contribución a la conservación de su legado y difusión de su obra.
Además, la señora Agueda Pizarro manifestó que en el Encuentro de Mujeres Poetas que se realizará en el museo en julio, se le rendirá un homenaje al artista.
Su trayectoria
Ómar Rayo se destacó por su fascinación frente a las figuras geométricas de movimientos inciertos que oscilaban entre lo abstracto y lo figurativo. De hecho, se decía que él lograba ser pintor en la escultura y escultor en la pintura, por la habilidad que tenía para crear y destacar los volúmenes y dimensiones en sus cuadros, y el detalle de sus esculturas.
El artista plasmó su primera obra en una pared de su ciudad natal, que pasó desapercibida por algunos incautos. Sin embargo, desde allí comenzó a estudiar, por correspondencia, dibujo en la Academia Zier de Buenos Aires. Esa experiencia le sirvió para ingresar al mundo de la caricatura en Cali, donde trabajó como ilustrador de varias revistas en 1947.
Su gusto por la pintura lo llevaron a realizar un viaje por distintos países de América Latina, entre ellos Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil, en los cuales comienza a dar a conocer su obra y de paso a nutrirla con la historia que rodea a los pueblos de América del Sur. Por ese tiempo, se ganó una beca en la OEA para trabajar en México, donde residió entre 1959 y 1960.
Fruto de sus viajes y persistencia, a inicios de la década de los ochentas fundó el museo Rayo de dibujo grabado latinoamericano, que mantiene sus puertas abiertas como un centro de cultura para los habitantes de Roldanillo y para cientos de turistas que llegan a este municipio para conocer la obra del artista.
Los diseños precolombinos, los nudos, los arlequines, las cajas de cartón, cintas, agujas, entre otros objetos que hacen parte de la vida cotidiana de las personas, componen el legado que Rayo dejó en el área de la escultura, otra de sus fascinaciones, en especial las de grandes proporciones.
Rayo ha sido considerado uno de los artistas más importantes en Colombia y Latinoamérica. En vida realizó más de 200 exposiciones individuales y colectivas en países como España, Noruega, Perú, Brasil, Italia, Chile, México, Puerto Rico, Venezuela, Panamá, Ecuador, Cuba, Hungría, Polonia, Alemania, Costa Rica, Francia, Japón, Estados Unidos y Nueva Zelanda.
Después de más de cincuenta años de trabajo ininterrumpido, su creatividad y su talento queda impreso en toda la obra que le dejó al país y al mundo.
El pintor, grabador y escultor murió en la Clínica Valle de Lili, en Cali. Los médicos que le atendieron reportaron que su muerte se produjo hacia la una de la tarde del lunes 7 de junio de 2010, a causa de un infarto cardiaco. Después de su deceso, el artista vallecaucano de 82 años se despidió para siempre de sus seres queridos. Su esposa, la poeta Flor Águeda Pizarro, lo recuerda como una persona amistosa con los medios y como “un gran artista, dedicado a su arte, que se entregó a su país y a su pueblo”, igualmente destacó su incansable labor, por el museo y reiteró la decisión del pintor de no dejar cerrar el museo.
Su cuerpo fue velado en el Museo Rayo, una de las creaciones que el pintor y escultor le dejó a su querido Roldanillo, Valle.
La Administración Municipal decretó tres días de duelo en Roldanillo; así mismo, la gerencia norte del Valle declaró luto departamental y la Gobernación lamentó el fallecimiento.
El sepelio del “maestro” como muchos le llamaban se realizó el miércoles 10 de junio, después de las 3:00 de la tarde, poco después de una misa que se realizó en la iglesia de San Sebastián.
Sus restos fueron sepultados en el patio del museo que lleva su nombre, precisamente en el sitio donde hace algún tiempo cayó un relámpago.
El artista había pedido que se lo sepultara en el museo, al que dedicó gran parte de su vida.
Al funeral asistieron decenas de personas entre dirigentes y artistas nacionales e internacionales, quienes dieron el último adiós al pintor.
El Alcalde de Roldanillo, Jhon Willian Alba León, manifestó que “todo el municipio esta consternado, es una perdida incalculable para la cultura de Colombia”. Por otra parte, mediante resolución, la Asamblea del Valle anunció un minuto de silencio en sesión plenaria por Rayo y rendir homenaje póstumo a su vida y obra. Así mismo, solicitó a los Gobiernos Nacional, Departamental y Municipales, al Sector Privado Empresarial y estamentos artísticos culturales, que promuevan la preservación del Museo Rayo de Dibujo y Grabado Latinoamericano y la construcción del Museo del Intaglio, como contribución a la conservación de su legado y difusión de su obra.
Además, la señora Agueda Pizarro manifestó que en el Encuentro de Mujeres Poetas que se realizará en el museo en julio, se le rendirá un homenaje al artista.
Su trayectoria
Ómar Rayo se destacó por su fascinación frente a las figuras geométricas de movimientos inciertos que oscilaban entre lo abstracto y lo figurativo. De hecho, se decía que él lograba ser pintor en la escultura y escultor en la pintura, por la habilidad que tenía para crear y destacar los volúmenes y dimensiones en sus cuadros, y el detalle de sus esculturas.
El artista plasmó su primera obra en una pared de su ciudad natal, que pasó desapercibida por algunos incautos. Sin embargo, desde allí comenzó a estudiar, por correspondencia, dibujo en la Academia Zier de Buenos Aires. Esa experiencia le sirvió para ingresar al mundo de la caricatura en Cali, donde trabajó como ilustrador de varias revistas en 1947.
Su gusto por la pintura lo llevaron a realizar un viaje por distintos países de América Latina, entre ellos Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil, en los cuales comienza a dar a conocer su obra y de paso a nutrirla con la historia que rodea a los pueblos de América del Sur. Por ese tiempo, se ganó una beca en la OEA para trabajar en México, donde residió entre 1959 y 1960.
Fruto de sus viajes y persistencia, a inicios de la década de los ochentas fundó el museo Rayo de dibujo grabado latinoamericano, que mantiene sus puertas abiertas como un centro de cultura para los habitantes de Roldanillo y para cientos de turistas que llegan a este municipio para conocer la obra del artista.
Los diseños precolombinos, los nudos, los arlequines, las cajas de cartón, cintas, agujas, entre otros objetos que hacen parte de la vida cotidiana de las personas, componen el legado que Rayo dejó en el área de la escultura, otra de sus fascinaciones, en especial las de grandes proporciones.
Rayo ha sido considerado uno de los artistas más importantes en Colombia y Latinoamérica. En vida realizó más de 200 exposiciones individuales y colectivas en países como España, Noruega, Perú, Brasil, Italia, Chile, México, Puerto Rico, Venezuela, Panamá, Ecuador, Cuba, Hungría, Polonia, Alemania, Costa Rica, Francia, Japón, Estados Unidos y Nueva Zelanda.
Después de más de cincuenta años de trabajo ininterrumpido, su creatividad y su talento queda impreso en toda la obra que le dejó al país y al mundo.