Redacción TuluáEl Periódico
Para la familia del policía tulueño, Jhon Freddy Arboleda Correa que tuvo que padecer el duro drama de la espera del ser querido, fue bastante dramático y doloroso, al momento de la llegada del helicóptero que trajo hasta la ciudad de Tuluá el cadáver de quien dignamente prestaba su servicio a la Policía Nacional.
Los restos del uniformado, de 23 años, al igual que de once policías más, fueron sometidos en Bogotá a pruebas de ADN para establecer plenamente su identificación.
Por lo menos esto es lo que los altos mandos de la institución han dado a conocer a los familiares de los uniformados asesinados en una emboscada de un grupo al margen de la Ley en jurisdicción del municipio de Doncello, Caquetá.
Diana Carolina Arboleda, hermana del patrullero muerto recordó a sur querido y resaltó sus virtudes: En sus propias palabras manifestó “Lo recuerdo como una persona especial con todo el mundo, mantenía pendiente de mi mamá, era súper apegado a mi madre”. La misma angustia la vivió la señora Ligia Correa, quien tuvo que someterse a unas pruebas científicas con las cuales hicieron el cotejo que determinó de manera exacta la identificación del cadáver; ya que la guerrilla los dejó irreconocibles.
Por su parte, el Comandante del Tercer Distrito de Policía, Coronel Carlos Gutiérrez Martínez, dijo que esa misma información les fue suministrada a los demás familiares de los policías asesinados por la guerrilla en Doncello Caquetá. Asimismo, el Coronel Gutiérrez indicó que debido a la complejidad de la prueba de ADN, los restos del patrullero Jhon Freddy Arboleda, quien vivía con su familia en el barrio Doce de Octubre, llegaron luego de cumplir todas las pruebas necesarias por parte de la Fiscalía en Bogotá.
