CAICEDONIA - No sólo les activaron 23 cargas explosivas. Los remataron a tiros, les rosearon gasolina y les prendieron fuego para dejarlos irreconocibles. Los 14 uniformados de la Policía asesinados la noche del miércoles 1 de septiembre pasado en Maguaré, corregimiento de Doncello - Caquetá, en el sur de Colombia.
En una región en un paso obligado por los patrulleros. Esa noche, los policías recorrerían la zona como lo venían haciendo desde hace un par de meses. A los lados de la carretera fueron instalados los explosivos escondidos entre la maleza y justo cuando transitaba el vehículo oficial, se activaron.
14 Policías perdieron la vida, entre ellos, el subteniente Orlando de la Rosa Vivas y los oficiales Luís Alberto Rodríguez Corrales, Edwin Caviedes Argote, Carlos Alfonso Salamanca, Disney Armando Sánchez Mina, Argeis Molano Arias, Luís Alberto Sánchez Chaparro, Edison Muñoz Vásquez, Odair Heliut Berrio Salcedo, Óscar Iván Caviedes, Carlos Montiel Arango, Néstor Octavio Arango, John Fredy Arboleda y Edier Alexander Muñoz, este último originario de Caicedonia – Valle, cuyo cadáver fue identificado y trasladado hasta ese municipio, donde sus familiares le dieron sepultura el anterior fin de semana.
Otros siete policías identificados como Daniel Alberto, Sierra Briceño, Iván Darío Arce Ochoa, Miguel Jiménez Pérez, Jordi Yesid Suárez, Jonatán Ibáñez Sierra, Jhonny Alexis Moreno y Herney Ortiz, resultaron heridos. Los dos últimos dados de alta. Todos se salvaron porque se hicieron pasar por muertos.
El jueves 2 de septiembre, la Fiscalía confiaba en que las víctimas mortales eran cinco. Sin embargo, al caer la noche, la cifra subió a 14. Los policías estaban calcinados, desmembrados, alejados del vehículo de la Policía donde se movilizaban, y llegar hasta ellos era difícil.
Ante esto, las comisiones de investigadores del Cuerpo Técnico de Investigaciones CTI de la Fiscalía, temían por sus vidas al llegar hasta los cuerpos sin vida.
Edilberto Ramón Endo, Secretario de Gobierno del Caquetá, confirmó que a los policías los emboscaron, los volaron con explosivos, los ametrallaron, los remataron estando heridos, les rociaron gasolina y les prendieron fuego. "Es única vía de entrada y salida hacía Doncello, es un paso obligado de esta patrulla que había ido hasta la inspección de Río Negro a realizar acciones de registro y control. Por ahí se devolverían y fue cuando los atacaron", reportó.
En realidad los heridos fueron evacuados bajo estrictas medidas de seguridad.
En varias regiones de Colombia hay luto. En el departamento del Tolima, sur de Colombia cinco familias esperan los cadáveres de igual número de policías muertos en Doncello - Caquetá.
En una región en un paso obligado por los patrulleros. Esa noche, los policías recorrerían la zona como lo venían haciendo desde hace un par de meses. A los lados de la carretera fueron instalados los explosivos escondidos entre la maleza y justo cuando transitaba el vehículo oficial, se activaron.
14 Policías perdieron la vida, entre ellos, el subteniente Orlando de la Rosa Vivas y los oficiales Luís Alberto Rodríguez Corrales, Edwin Caviedes Argote, Carlos Alfonso Salamanca, Disney Armando Sánchez Mina, Argeis Molano Arias, Luís Alberto Sánchez Chaparro, Edison Muñoz Vásquez, Odair Heliut Berrio Salcedo, Óscar Iván Caviedes, Carlos Montiel Arango, Néstor Octavio Arango, John Fredy Arboleda y Edier Alexander Muñoz, este último originario de Caicedonia – Valle, cuyo cadáver fue identificado y trasladado hasta ese municipio, donde sus familiares le dieron sepultura el anterior fin de semana.
Otros siete policías identificados como Daniel Alberto, Sierra Briceño, Iván Darío Arce Ochoa, Miguel Jiménez Pérez, Jordi Yesid Suárez, Jonatán Ibáñez Sierra, Jhonny Alexis Moreno y Herney Ortiz, resultaron heridos. Los dos últimos dados de alta. Todos se salvaron porque se hicieron pasar por muertos.
El jueves 2 de septiembre, la Fiscalía confiaba en que las víctimas mortales eran cinco. Sin embargo, al caer la noche, la cifra subió a 14. Los policías estaban calcinados, desmembrados, alejados del vehículo de la Policía donde se movilizaban, y llegar hasta ellos era difícil.
Ante esto, las comisiones de investigadores del Cuerpo Técnico de Investigaciones CTI de la Fiscalía, temían por sus vidas al llegar hasta los cuerpos sin vida.
Edilberto Ramón Endo, Secretario de Gobierno del Caquetá, confirmó que a los policías los emboscaron, los volaron con explosivos, los ametrallaron, los remataron estando heridos, les rociaron gasolina y les prendieron fuego. "Es única vía de entrada y salida hacía Doncello, es un paso obligado de esta patrulla que había ido hasta la inspección de Río Negro a realizar acciones de registro y control. Por ahí se devolverían y fue cuando los atacaron", reportó.
En realidad los heridos fueron evacuados bajo estrictas medidas de seguridad.
En varias regiones de Colombia hay luto. En el departamento del Tolima, sur de Colombia cinco familias esperan los cadáveres de igual número de policías muertos en Doncello - Caquetá.