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SEVILLA - Una mezcla entre repudio y dolor, fue la manifestada por los familiares amigos y conocidos de Jairo Sánchez Rodríguez, al recibir la nefasta noticia de su muerte a manos de delincuentes, que el pasado sábado 11 de septiembre, cuando ya caía la noche, irrumpieron en su negocio ubicado en la vereda Alto de Carangal, en la vía que conduce hacia Caicedonia, y en el intento por robarle el dinero producto de la venta del día, le dispararon y causaron su lamentable muerte por un puñado de billetes.
Jairo se había enamorado cuando tenía 20 años de la mujer que a la postre sería su esposa hasta el día de su muerte, una agraciada jovencita que al conocerla contaba con apenas 19 años. Juntos iniciaron el camino de la vida, y de ese amor profundo que se profesaron, nacieron tres hijos que hoy día gracias a la constancia y tesón de sus padres, fueron educados y sacados adelante. Alcanzaron a vivir juntos 38 años y serían más si la delincuencia no se cruza en su camino.
Este hombre se caracterizó por ser amable, servicial, responsable en todos los sentidos, entregado a su familia y hasta jocoso en ocasiones, que atendía con gran esmero a sus clientes y en general a toda persona que llegara al sitio. Jairo cumpliría sus 58 años el próximo 29 de noviembre, era hijo de Ovidio Sánchez y Lucy Rodríguez, nacido en Sevilla Valle y se desempeñaba como comerciante en un negocio de su propiedad.
Su esposa e hijos manifestaron sus agradecimientos a todas aquellas personas que se hicieron presentes y los acompañaron en tan difícil momento.
Jairo se había enamorado cuando tenía 20 años de la mujer que a la postre sería su esposa hasta el día de su muerte, una agraciada jovencita que al conocerla contaba con apenas 19 años. Juntos iniciaron el camino de la vida, y de ese amor profundo que se profesaron, nacieron tres hijos que hoy día gracias a la constancia y tesón de sus padres, fueron educados y sacados adelante. Alcanzaron a vivir juntos 38 años y serían más si la delincuencia no se cruza en su camino.
Este hombre se caracterizó por ser amable, servicial, responsable en todos los sentidos, entregado a su familia y hasta jocoso en ocasiones, que atendía con gran esmero a sus clientes y en general a toda persona que llegara al sitio. Jairo cumpliría sus 58 años el próximo 29 de noviembre, era hijo de Ovidio Sánchez y Lucy Rodríguez, nacido en Sevilla Valle y se desempeñaba como comerciante en un negocio de su propiedad.
Su esposa e hijos manifestaron sus agradecimientos a todas aquellas personas que se hicieron presentes y los acompañaron en tan difícil momento.
