Redacción San Pedro
El Periódico
A la edad de 61 años y luego de prestar muchos de sus años a la docencia en el municipio de San Pedro en el Valle del Cauca, falleció la distinguida docente en el área de primaria Nayda Malelly Ospina Rendón, su deceso se registró el dia 19 de octubre a las 2:10 de la mañana, mientras se encontraba en la Clínica San Francisco de Tuluá, debido a quebrantos de salud.
Deja dos hijos Ligia Cristina y Jairo Hernán Henao Ospina, además de sus nietos Mario Germán Ortiz, Ana Sofía Henao y Mariana Rodríguez.
Se encontraba pensionada por su desempeño laboral durante muchos años en la docencia, la cual llevó hasta planteles educativos de la zona rural y urbana del municipio de San Pedro.
La mayor parte de su docencia fue en el colegio Leonardo Tascón de esta localidad, muy recordada por la comunidad san pedreña, residía en el barrio la Campiña. Durante la homilía del sepelio, el sacerdote reconoció los dotes humanos, espirituales y sociales de esta dama tan distinguida, los que en otrora fueron sus alumnos le recuerdan y agradecen su forma de enseñar con seriedad, transparencia. La familia Henao Ospina agradece las manifestaciones de condolencia recibidas por el sensible fallecimiento de la recordada docente, paz en su tumba.
El Periódico
A la edad de 61 años y luego de prestar muchos de sus años a la docencia en el municipio de San Pedro en el Valle del Cauca, falleció la distinguida docente en el área de primaria Nayda Malelly Ospina Rendón, su deceso se registró el dia 19 de octubre a las 2:10 de la mañana, mientras se encontraba en la Clínica San Francisco de Tuluá, debido a quebrantos de salud.
Deja dos hijos Ligia Cristina y Jairo Hernán Henao Ospina, además de sus nietos Mario Germán Ortiz, Ana Sofía Henao y Mariana Rodríguez.
Se encontraba pensionada por su desempeño laboral durante muchos años en la docencia, la cual llevó hasta planteles educativos de la zona rural y urbana del municipio de San Pedro.
La mayor parte de su docencia fue en el colegio Leonardo Tascón de esta localidad, muy recordada por la comunidad san pedreña, residía en el barrio la Campiña. Durante la homilía del sepelio, el sacerdote reconoció los dotes humanos, espirituales y sociales de esta dama tan distinguida, los que en otrora fueron sus alumnos le recuerdan y agradecen su forma de enseñar con seriedad, transparencia. La familia Henao Ospina agradece las manifestaciones de condolencia recibidas por el sensible fallecimiento de la recordada docente, paz en su tumba.