Redacción La Unión
El Periódico
Después de 23 días debatiéndose entre la vida y la muerte, falleció en el Hospital Departamental de Cali a las 4:30 a.m., Luigi Daniel Zuluaga de 18 años.
El joven había sido herido el 17 de junio, mientras se encontraba trabajando en la construcción de unas alcantarillas de la ciudad, allí recibió cinco disparos que comprometieron sus pulmones, hígado, y la columna vertebral, según contó a este medio, Luz Estela Inestroza, madre de la víctima, que los médicos le habían avisado que si su hijo sobrevivía, quedaría parapléjico a raíz de los daños causados por una de las balas en la columna.
La víctima que asistía a la iglesia cristiana, había escrito su propósito de vida en un documento fechado y firmado el 14 de enero de este año; el cual pedía a Dios ser una persona de bien, un buen empleo, poder estudiar, una casa, una buena mujer, y un sitio libre para poder orar y estar en comunión con el Creador, junto a su madre en todo momento.
El cadáver fue entregado en Medicina Legal a su progenitora a las 6:30 p.m. de ese día, quien los trasladó hasta su tierra natal, donde fue sepultado el martes 12 de julio en horas de la tarde. Los servicios fueron prestados por la Funeraria Central de La Unión.
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Después de 23 días debatiéndose entre la vida y la muerte, falleció en el Hospital Departamental de Cali a las 4:30 a.m., Luigi Daniel Zuluaga de 18 años.
El joven había sido herido el 17 de junio, mientras se encontraba trabajando en la construcción de unas alcantarillas de la ciudad, allí recibió cinco disparos que comprometieron sus pulmones, hígado, y la columna vertebral, según contó a este medio, Luz Estela Inestroza, madre de la víctima, que los médicos le habían avisado que si su hijo sobrevivía, quedaría parapléjico a raíz de los daños causados por una de las balas en la columna.
La víctima que asistía a la iglesia cristiana, había escrito su propósito de vida en un documento fechado y firmado el 14 de enero de este año; el cual pedía a Dios ser una persona de bien, un buen empleo, poder estudiar, una casa, una buena mujer, y un sitio libre para poder orar y estar en comunión con el Creador, junto a su madre en todo momento.
El cadáver fue entregado en Medicina Legal a su progenitora a las 6:30 p.m. de ese día, quien los trasladó hasta su tierra natal, donde fue sepultado el martes 12 de julio en horas de la tarde. Los servicios fueron prestados por la Funeraria Central de La Unión.