BUGA - Trece vainillas de pistola al parecer calibre nueve milímetros, fueron las encontradas dispersas en el pavimento en la calle 22A con carrera 11 del barrio María Luisa de la Espada por los técnicos del CTI de la Fiscalía que se hicieron presentes en este sitio, después de ser informados sobre el homicidio de un hombre que yacía sobre el andén de una de las esquinas en dicha dirección sobre un charco de sangre.
El acto criminal se perpetuó según algunos vecinos a las 5:30 de la mañana del sábado 5 de noviembre de 2011, cuando se escucharon varias detonaciones, que muchos confundieron con el estallar de juegos pirotécnicos, que por estas épocas cercanas a la navidad algunos hacen tronar; por esta razón en este caso los curiosos fueron muy escasos.
La víctima fue hallada a unos pasos de una moto de marca WBS de color negro con placa GTS 47A, que según se pudo establecer era propiedad de una mujer a la cual el occiso un poco antes de la media noche se la había pedido prestada cuando se encontraban departiendo unos tragos en su vivienda, solo supo nuevamente de su vehículo cuando se enteró de la muerte de “El Costeño” o “Boa”, como era apodado Edwar Antonio Valle Camaño de 33 años, como fue identificado, originario de Caucasia Antioquia, desde donde había llegado hacía poco tiempo a Buga.
El cadáver del hombre permaneció en las instalaciones de la morgue municipal de la Ciudad Señora hasta que llegó a la ciudad un hermano que reclamó el cadáver y de inmediato lo hizo trasladar hasta su tierra natal, donde se le dio sepultura.
El acto criminal se perpetuó según algunos vecinos a las 5:30 de la mañana del sábado 5 de noviembre de 2011, cuando se escucharon varias detonaciones, que muchos confundieron con el estallar de juegos pirotécnicos, que por estas épocas cercanas a la navidad algunos hacen tronar; por esta razón en este caso los curiosos fueron muy escasos.
La víctima fue hallada a unos pasos de una moto de marca WBS de color negro con placa GTS 47A, que según se pudo establecer era propiedad de una mujer a la cual el occiso un poco antes de la media noche se la había pedido prestada cuando se encontraban departiendo unos tragos en su vivienda, solo supo nuevamente de su vehículo cuando se enteró de la muerte de “El Costeño” o “Boa”, como era apodado Edwar Antonio Valle Camaño de 33 años, como fue identificado, originario de Caucasia Antioquia, desde donde había llegado hacía poco tiempo a Buga.
El cadáver del hombre permaneció en las instalaciones de la morgue municipal de la Ciudad Señora hasta que llegó a la ciudad un hermano que reclamó el cadáver y de inmediato lo hizo trasladar hasta su tierra natal, donde se le dio sepultura.