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SEVILLA - En un solitario paraje a las afueras del municipio de Sevilla, cerca al sitio conocido como "La Choricera", fue hallado el cadáver de un hombre el lunes pasado 16 de abril en alto grado de descomposición; el cual presentaba múltiples señas de violencia en su cuerpo que fueron infringidas con un arma blanca, posiblemente de un machete. El cuerpo de Luís Alfredo Matacea Murillo de 32 años, como fue identificado, fue hallado recostado a una piedra cerca a un río y en alto grado de descomposición.
Según una hermana de Matacea, él salió temprano a trabajar al barrio San José de esa municipalidad el 11 de abril de 2012, donde a las 10:00 de la mañana recibió su pago y la nómina de varios trabajadores. Según la versión de su hermana, hasta ese momento se supo de él porque no volvió a su casa y nadie daba razón de él; por esta razón y sin perder tiempo, los familiares iniciaron una infructuosa búsqueda en todo el municipio y sus alrededores, pero tan sólo fue hasta cinco días después que la víctima fue hallada.
Los familiares fueron avisados y de inmediato se hicieron presentes en el sitio para la identificación ante las autoridades.
Los móviles del asesinato son investigados, pero ya se maneja la hipótesis que el hecho de sangre fue motivado por hurtarle el dinero que portaba el desafortunado hombre.
Luís Alfredo era contratista de una empresa de energía donde se encargaba de los oficios varios y tenía varios trabajadores a su cargo, era hijo de Gerardo Antonio y Ana Francisca Murillo, menor de cuatro hermanos, vivía en unión libre con Luisa Fernanda y deja dos hijos.
Las honras fúnebres se realizaron el pasado martes 17 de abril en Sevilla, los servicios fúnebres fueron prestados por la Funeraria San Nicolás.
