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Redacción Buga
El Periódico
Ya nueve años de la desaparición forzada del empresario artístico bugueño Daniel Omar Gil Suárez, quien deja tres hijos sin el amparo y protección de un padre ejemplar, dedicado y de muchas cualidades humanas.
De acuerdo a la información entregada por los familiares de Daniel, el drama empezó un 3 de septiembre del año 2003 cuando promediando las 8:00 de la mañana, este talentoso empresario artístico manifestó a su señora madre que iba a una cabina telefónica cercana a su residencia en el barrio el Divino Niño, y no regresó al seno de su hogar.
Desde el mismo momento empezaron la búsqueda por todos lados, sin recibir noticia alentadora de su paradero.
Al momento de su desaparición, Daniel Gil, se aprestaba realizar tres eventos musicales en Buga, Tuluá y Palmira, los que debieron aplazarse a raíz de que el empresario no pudo cumplir con lo programado.
Siempre compartió los mejores y difíciles momentos de su vida con sus seres queridos, en especial su señora madre Blanca Suarez viuda de Gil, quien no cesa de preguntar por su hijo, quien dedicó el tiempo que se le permitió a trabajar por los suyos.
El tercero de 4 hermanos, se le recuerda con su sonrisa y carcajadas lo cual lo caracterizó, de gran amabilidad, entrega y lealtad a sus amigos, servicial.
Gustaba de tomarse los guaros en compañía de sus amigos, recochero y jolgórico.
Para el próximo martes 3 de septiembre, se oficiará una misa solemne a las 5:00 de la tarde en el Colegio San Vicente de Paul, ubicado en la carrera 15 con calle 7, para rogar al Altísimo por su pronto regreso.
Expresan agradecimientos su señora madre, hermanos, hijos, sobrinos y demás familiares.
“El único que puede tomar nuestra vida es Dios, nuestro Padre, quien en un principio nos envió a este mundo con la idea de que un día retornaríamos a su presencia. Pero eso aún no me ha sucedido, vivo tranquilo y sigo la vida, que cuando menos lo piensen estaré a su lado recorriendo el camino. Nunca los abandonaré, mi muy querida familia”.
Inspirado en el pronto regreso de Daniel Gil.
