Redacción Buga
El Periódico
En una cama cubierto con una cobija, desnudo y en un charco de sangre, fue hallado el cuerpo de Gerardo Jaramillo Carvajal, de 41 años, quien presentaba varias heridas en la espalda muy cerca al cuello.
El aterrador crimen fue denunciado ante las autoridades este lunes 4 de noviembre por una vecina muy amiga de la víctima, que al notar su larga ausencia logró ingresar a la vivienda donde el equipo de sonido todavía se encontraba encendido, lo que le extrañó aún más y por lo que decidió seguir buscado hasta que ingresó a su habitación donde descubrió el cuerpo.
Según las versiones recopiladas entre los vecinos, el sábado anterior Gerardo estuvo reunido con tres hombres más en su casa departiendo algunos tragos hasta altas horas de la noche y desde ese día no se le había vuelto a ver ni salir ni entrar a su casa.
El levantamiento del cadáver, como comentaron algunos curiosos, parecía como de película, pues al sitio se hicieron presentes dos grupos de criminalística para realizar el procedimiento y la inspección al sitio, de donde se tomaron como muestras las botellas, vasos y demás elementos que se encontraron sobre una mesa donde departieron las personas, además de tomar huellas dactilares, proceso que duró unas cuatro horas.
Gerardo era empleado de Sercofún Los Olivos, donde se desempeñaba como mensajero en ese municipio, labor que alternaba con la peluquería; residía solo en una vivienda ubicada en las calle 21 con carrera 22 del barrio El Sembrador, sitio este donde se registró el crimen al parecer el mismo sábado en horas de la madrugada. Por último, se dijo que la víctima era originario de la ciudad de Buga donde residen sus familiares que fueron avisados del hecho y de inmediato se trasladaron hasta Palmira para reclamar el cadáver que futraído su tierra natal para su velación y posterior sepelio.