Llovió plomo y corrió sangre en la Ciudad Señora

Redacción Buga

El Periódico

A tan solo cinco días de haber asumido el nuevo Comandante de la Policía del Primer Distrito, y de que el Ministerio del interior entregara 48 motos y 6 vehículos con tecnología de punta, los violentos volvieron a accionar en las calles del municipio, dejando un hombre muerto y cuatro heridos, en dos hechos de sangre aislados pero casi simultáneos que se registraron  en la noche del  martes 10 de junio.

En este accionar delictivo, falleció  un comerciante que fue identificado  como  Wilmar Armando Díaz Palechor, de 31 años, quien  fue herido de varios disparos cuando se movilizaba en una motocicleta de marca WBS de color blanco con negro,   sobre la calle 7 entre calles 5 y 6 del barrio El Molino, hacia las 9:41 de la noche; junto a este hombre viajaba una mujer que fue identificada como Carol Johana Vélez Barona, de 19 años, que también resultó lesionada por algunos disparos. Los heridos fueron trasladados al hospital San José, donde minutos después se presentó el deceso de Díaz, ya que recibió varios disparos que su cuerpo no resistió además de haberle afectado órganos vitales.

Diez minutos antes ya se había registrado otro atentado contra tres personas que se movilizaban en un automóvil de marca Mazda Coupé, de matrículas CBX-185 de Cali; este hecho se presentó en la carrera 2 con calle 13 del mismo barrio El Molino, allí las víctimas fueron atacadas a bala mientras su vehículo se encontraba en movimiento, estos fueron identificados como Luis Fernando Cardona Torres, de 41 años; Francy Yuliet Restrepo Giraldo, de 21 años; y Olga lucia Betancourth Betancourth, de 41 años, todos trasladados al hospital San José, desde donde  según una fuente informó que  al menos dos de ellos fueron trasladados a una clínica en la capital del Valle.

En meses pasados, Wilmar había sido víctima de otro atentado registrado en el Barrio Santa Rita, donde recibió al menos cuatro disparos propinados por un menor que fue rápidamente capturado minutos después del hecho por las autoridades. Un allegado expresó que para proteger su integridad y su vida, le había insistido en que se marchara de la ciudad, a lo que hizo caso omiso.

De Díaz se pudo establecer que era comerciante, menor de dos hermanos, y le sobrevive un único hijo menor de edad. Su sepelio se realizó el día  siguiente a su muerte,  el pasado miércoles a las 4 de la tarde.

Luis Fernando Cardona Torres