Redacción Buga
El Periódico
Hacia las 8:25 de la noche del pasado lunes 4 de agosto, falleció en el hospital San José de Buga, la señora Blanca Elia Suarez de Gil, quien recientemente había cumplido los 79 años de edad. La dama llevaba en este centro de salud 20 días, a raíz de afecciones de salud que conllevaron a un inmediato tratamiento médico, el que inicio en el hospital Divino Niño donde la atención de los profesionales de la salud fue excelente e inmediata, de allí fue trasladada al San José, donde los facultativos la remitieron a la UCI debido a problemas cardiacos, donde salió con bajo cuadro clínico, registrándose el deceso posteriormente.
Doña Blanca deja tres hijos Xenia, Fabián y Gloria, pues el cuarto de sus hijos Daniel Omar, lleva 10 años desaparecido y sin que hasta el momento se conozca de su paradero.
Esta situación conllevó al deterioro en la salud de la señora Blanca, quien siempre preguntó por su hijo, lo que la impulsó hacer un recorrido inesperado por diferentes partes del país en su búsqueda, dando como resultado respuestas negativas del paradero de Daniel.
Doña Blanca solía sentarse en el andén de su casa en el barrio Divino Niño y en una silla, a la espera de ver llegar su hijo por cualquier latitud de la geografía bugueña.
Sueño y esperanza esa que nunca pudo lograr la angustiada madre, pues partió de este mundo terrenal sin ni siquiera saber cuál fue el destino que tomó o le determinaron a Daniel Omar; su rostro cada día registraba el dolor que sentía y la angustia al no tener noticias de su amado hijo.
Cuando sus restantes tres hijos le decían que no sufriera más que ellos también la querían, manifestaba: “es cierto que me quieren y lo sé, pero a ustedes los veo constantemente y los tengo a mi lado, pero a él!, a él no lo tengo para que me brinde esa sonrisa que solía darme en cada momento del día”.
Se caracterizó doña Blanca por ser amable, cordial, excelente vecina y amiga, ama de casa y mujer de sanas costumbres.
Los servicios fúnebres estuvieron a cargo de la funeraria Santa Cruz de Buga y posterior cremación en Tuluá.
Abuela de la canta-autora bugueña Karent Soto Gil y suegra del también canta-autor bugueño José Nedio Soto.
“Perderla ha ensombrecido nuestros espíritus, comprendemos que la existencia comienza y también termina y cuando ella formó parte de nosotros fue intensamente feliz; todo lo suyo era único, su forma de reír, su expresión al mirar y su carácter tan especial son inolvidables; ten en cuenta que lo que vivimos hoy es muy triste, pero recordar todo lo bueno vivido y compartido nos traerá serenidad”. Paz en su tumba.