El Periódico
Un niño muerto y su padre gravemente herido, dejó como resultado un ataque que protagonizó un individuo al parecer bajo los efectos de los alucinógenos, dentro de una vivienda ubicada en la zona suroriental de Tuluá.
El hecho de sangre se registró el pasado lunes 2 de febrero, hacia las 10:20 p.m. en la calle 40 número 27C-27 en la urbanización La Bastilla.
Según el comandante del Segundo Distrito de Policía, teniente coronel Marino Solano Salazar, hasta ese inmueble llegó un joven de 18 años, amigo de esa familia, con un cuchillo envuelto en una toalla y atacó al menor de ocho años propinándole dos heridas a la altura del cuello y en el pulmón izquierdo.
Gravemente herido, Juan David fue trasladado hasta la clínica Maríangel en donde falleció minutos después.
Asimismo, el enajenado le propinó varias heridas al padre del menor, Hernán García Ramírez, un conductor de 47 años, quien se encuentra recluido en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, de la clínica San Francisco de Tuluá.
De acuerdo con el coronel Solano, el agresor ya fue capturado y se encuentra en proceso de judicialización.
Hasta el momento se desconocen los motivos por lo que este joven asesinó al niño de ocho años y le causó las lesiones a su progenitor.
El agresor que no huyó del sitio y por el contrario se sentó a esperar que llegara la policía, adujo que cometió el demencial crimen poseído por el demonio.