
Madre de 9 hijos, de sanas costumbres, dedicada a su hogar, fiel creyente en Dios, durante su paso por el mundo terrenal dejó a sus hijos sabios consejos de respeto hacia los demás, de cumplimiento en sus deberes.
“Chava”, como cariñosamente le decían sus amigos, se encontraba en tratamiento médico por las condiciones adversas de salud.
La dama quien seguía al pie de la letra el tratamiento médico, sufrió un paro cardiaco que le causó la muerte.
Los servicios fúnebres estuvieron a cargo de la casa de funerales Senderos de Paz.
Su alegría, jolgorio y servicio a las comunidades, quedan en los recuerdos de familiares y amigos, quienes tuvieron la grata oportunidad de compartir con ella. Paz en su tumba.