Redacción Buga
El Periódico
De manera instantánea y a un lado de su pequeño vehículo, murió Javier Zapata Perea, de 37 años, quien vivía en Buga, pero todos los días se desplazaba a Tuluá a vender los productos que distribuía en las tiendas.
La víctima, quien se movilizaba en una motocicleta Suzuky de color azul, de placa ZRK-02, y que arrastraba un remolque con los productos, recibió varios impactos con proyectil de revolver en diferentes partes del cuerpo que le causaron la muerte de manera inmediata, la policía descarta la probabilidad de que el crimen haya sido por robarle el producido, el vehículo en el que se transportaba o la mercancía, pues en la escena del homicidio, se encontró todo sin que se le haya despojado de objeto alguno, preciso el mayor Yesid Gómez comandante de la estación de policía Tuluá.
Entre tanto y a fin de establecer los móviles del caso, un cuerpo especializado del organismo de seguridad del estado, asumió la investigación, hasta donde se pudo establecer, al parecer los móviles de este hecho de sangre se enrutan a problemas familiares que pudo haber tenido la víctima en días pasados.
Los hechos se registraron el pasado lunes 7 de septiembre hacia las 4 en la tarde, en el barrio Bolívar, de la calle 26B, frente a la nomenclatura 5-60, donde sobre el andén de esa edificación yacía el cuerpo del humilde surtidor de tiendas de Tuluá, sus familiares manifestaron no salir del asombro de los motivos que rodearon la muerte de este joven trabajador, dedicado al hogar y de sanas costumbres.
El Periódico
De manera instantánea y a un lado de su pequeño vehículo, murió Javier Zapata Perea, de 37 años, quien vivía en Buga, pero todos los días se desplazaba a Tuluá a vender los productos que distribuía en las tiendas.
La víctima, quien se movilizaba en una motocicleta Suzuky de color azul, de placa ZRK-02, y que arrastraba un remolque con los productos, recibió varios impactos con proyectil de revolver en diferentes partes del cuerpo que le causaron la muerte de manera inmediata, la policía descarta la probabilidad de que el crimen haya sido por robarle el producido, el vehículo en el que se transportaba o la mercancía, pues en la escena del homicidio, se encontró todo sin que se le haya despojado de objeto alguno, preciso el mayor Yesid Gómez comandante de la estación de policía Tuluá.
Entre tanto y a fin de establecer los móviles del caso, un cuerpo especializado del organismo de seguridad del estado, asumió la investigación, hasta donde se pudo establecer, al parecer los móviles de este hecho de sangre se enrutan a problemas familiares que pudo haber tenido la víctima en días pasados.
Los hechos se registraron el pasado lunes 7 de septiembre hacia las 4 en la tarde, en el barrio Bolívar, de la calle 26B, frente a la nomenclatura 5-60, donde sobre el andén de esa edificación yacía el cuerpo del humilde surtidor de tiendas de Tuluá, sus familiares manifestaron no salir del asombro de los motivos que rodearon la muerte de este joven trabajador, dedicado al hogar y de sanas costumbres.