Redacción Buga
El Periódico
Como Mauricio Peláez Sánchez, fue identificado el pasado martes 9 de noviembre, el hombre asesinado el día anterior de un tiro en la cabeza, por desconocidos, en el barrio Cascajal, de Buenaventura, siendo reconocido por Luís Fernando Gómez, Director de la Fundación Jesús Esperanza Viva, donde estuvo en proceso de rehabilitación, quien manifestó que Mauricio era un joven que aprovechó muy bien el tiempo que estuvo en la Fundación.
La víctima contaba con 37 años de edad, natural de Buga, residía en el Puerto desde hace 8 años, luego de haberse retirado con honores del ejército como soldado profesional.
Llegó al Centro de Rehabilitación y se convirtió en un líder, dijo el Director. El tiempo normal de rehabilitación en la Fundación es de un año, pero él estuvo 4, porque durante tres años, se convirtió en líder y ayudó a la recuperación de otros jóvenes.Mauricio había manifestado que quería entregarle la vida a Jesucristo y a sacar jóvenes de la drogadicción.
Su progenitor, luego de confirmar la muerte de su hijo, viajó desde Bogotá para sepultarlo en Buga.
Su madre Alba Marina Sánchez, quien fue la persona que estuvo siempre a su lado y luchando con él en los momentos difíciles, a pesar de su partida, siempre lo llevará en su corazón, es por eso que oficiará unas misas para orar por el eterno descanso de su alma en el próximo mes de diciembre en la Iglesia San Vicente de Buga.
El Periódico
Como Mauricio Peláez Sánchez, fue identificado el pasado martes 9 de noviembre, el hombre asesinado el día anterior de un tiro en la cabeza, por desconocidos, en el barrio Cascajal, de Buenaventura, siendo reconocido por Luís Fernando Gómez, Director de la Fundación Jesús Esperanza Viva, donde estuvo en proceso de rehabilitación, quien manifestó que Mauricio era un joven que aprovechó muy bien el tiempo que estuvo en la Fundación.
La víctima contaba con 37 años de edad, natural de Buga, residía en el Puerto desde hace 8 años, luego de haberse retirado con honores del ejército como soldado profesional.
Llegó al Centro de Rehabilitación y se convirtió en un líder, dijo el Director. El tiempo normal de rehabilitación en la Fundación es de un año, pero él estuvo 4, porque durante tres años, se convirtió en líder y ayudó a la recuperación de otros jóvenes.Mauricio había manifestado que quería entregarle la vida a Jesucristo y a sacar jóvenes de la drogadicción.
Su progenitor, luego de confirmar la muerte de su hijo, viajó desde Bogotá para sepultarlo en Buga.
Su madre Alba Marina Sánchez, quien fue la persona que estuvo siempre a su lado y luchando con él en los momentos difíciles, a pesar de su partida, siempre lo llevará en su corazón, es por eso que oficiará unas misas para orar por el eterno descanso de su alma en el próximo mes de diciembre en la Iglesia San Vicente de Buga.