
El percance se habría registrado luego de que Ana María Ramírez Robayo, de 23 años, se aplicara un tinte en su cabello y una crema para el cuerpo a base de alcohol.
Lo que se pudo establecer, es que la mujer se acercó a una estufa sin percatarse de que los elementos que había utilizado eran inflamables, lo que le causó quemaduras de segundo y tercer grado en diferentes partes del cuerpo.
Así lo indicó el médico Luís Fernando Pino, director de urgencias del Hospital Departamental Evaristo García, en donde la joven permaneció por espacio de diez días.
De acuerdo con el doctor Pino, “la joven sufrió quemaduras en la cara, en el cuello, en el tórax, en el abdomen y en los miembros superiores”, lo que le causó una gran infección que le provocó la muerte.
Ana María Ramírez, quien no sobrevivió a las graves lesiones que padeció en ese accidente casero, fue sepultada el pasado domingo 29 de marzo en el cementerio Campo de Paz Los Olivos, en el municipio de Tuluá, en medio del dolor de familiares y amigos.