VALLE DEL CAUCA - Tras ser atropellado por una motocicleta, Gustavo de Jesús Jiménez Alzate perdió su vida en la tarde del domingo 24 de abril.El trágico accidente protagonizado por una motocicleta se registró a las 7:30 a.m. en la Avenida del Río con calle 28 de la capital risaraldense, cuando la víctima fatal, de 67 años de edad, intentó atravesar la calle, al parecer sin percatarse que por allí transitaba una moto.
Como todos los días sin excepción, Jiménez Alzate salió de su vivienda ubicada en el barrio La Dulcera de Pereira con su canasta a recoger los buñuelos y pandebonos que vendía en distintos barrios de la localidad.
El hombre quien a pesar de su edad gozaba de buena salud y suficiente energía para caminar por largas horas hasta vender la totalidad de sus productos, entre las 7:30 y 8:00 de la mañana llegaba a una casa ubicada en la calle 27 con Avenida del Río, hogar de una amiga que diariamente le preparaba el desayuno.
La mañana del domingo 24 de abril no fue la excepción, a las 7:30 a.m. la amiga de la víctima fatal lo escuchó gritar "Buñuelos, pandebonos", por ello ya sabía que venía cerca, pero minutos después escuchó un fuerte estruendo, y al salir y verificar lo sucedido, encontró al hombre tendido en la vía e inconsciente.
"Como el producido de la venta no le alcanzaba para todos los gastos diarios, yo me ofrecí para darle desayuno todos los días y el domingo, cuando lo escuché cerca empecé a prepararle su alimento, cuando fue arrollado por la moto", narró Esneda Cardona.
Jiménez Alzate fue trasladado por una ambulancia al Hospital San Jorge, donde llegó con varios golpes y con fracturas en sus costillas, además tuvo que ser internado quirúrgicamente debido a que tenía hematomas.
Sin embargo a las 5:30 p.m. del mismo día, se quedó sin signos vitales.
"Cuando llegué al centro asistencial lo estaban sacando en una camilla, le alcancé a dar la mano y él me dijo que sentía mucho dolor, fue lo último que escuché de él", expresó Gloria, compañera sentimental de la víctima.
Gustavo hace 21 años vivía con su compañera sentimental, era oriundo de un municipio del departamento del Valle del Cauca y siempre laboró vendiendo productos de panadería. El cuerpo de la víctima fatal fue velado en la Funeraria Metropolitana de Dosquebradas.
