Redacción Tuluá
El Periódico
Diez días cumplió ayer en la morgue del Hospital Tomás Uribe Uribe, el cuerpo de una mujer que murió de un infarto en el barrio La Santa Cruz y que aún no ha sido reclamado por sus familiares.
Se trata de la señora Rosario Victoria Perea, de 60 años, quien vivía sola en una pequeña habitación y murió de manera natural.
Sin embargo, hasta las instalaciones de Medicina Legal en Tuluá, hasta ahora nadie se ha acercado a reclamar el cadáver para darle cristiana sepultura.
Vecinos del barrio La Santa Cruz dijeron que doña Rosario, a pesar de vivir sola en ese lugar desde hace varios años, en donde pagaba arrendo en una habitación, sí tenía hijos, pero que se habían olvidado por completo de su mamá.
El Periódico
Diez días cumplió ayer en la morgue del Hospital Tomás Uribe Uribe, el cuerpo de una mujer que murió de un infarto en el barrio La Santa Cruz y que aún no ha sido reclamado por sus familiares.
Se trata de la señora Rosario Victoria Perea, de 60 años, quien vivía sola en una pequeña habitación y murió de manera natural.
Sin embargo, hasta las instalaciones de Medicina Legal en Tuluá, hasta ahora nadie se ha acercado a reclamar el cadáver para darle cristiana sepultura.
Vecinos del barrio La Santa Cruz dijeron que doña Rosario, a pesar de vivir sola en ese lugar desde hace varios años, en donde pagaba arrendo en una habitación, sí tenía hijos, pero que se habían olvidado por completo de su mamá.
