
Por más de un año presentaba quebrantos de salud que controlaban profesionalmente los médicos, pero en los últimos días fue necesario hospitalizarla en el San José, donde las dolencias no le permitieron continuar al lado de sus seres queridos y partió a la eternidad.
Se caracterizó por su amabilidad, siempre presentaba una sonrisa a cada persona, con una vos de aliento para cada inconveniente.
Por varios años estuvo al servicio de la empresa Expreso Palmira en Buga.
Deja dos hijos; los servicios fúnebres estuvieron a cargo de la casa de funerales Santa Cruz de Buga.
Su partida dejó gran consternación entre sus deudos. Paz en su tumba.