El Periódico
Un presunto sicario dado de baja y un miembro de la Policía Nacional herido de consideración, fue el resultado de un cruce de disparos entre una patrulla motorizada y un hombre que reaccionó en contra de los uniformados.
El hecho de sangre se registró el pasado viernes 23 de mayo, hacia la 1:00 p.m. a la altura de la calle 23 con carrera 8 en el barrio José Antonio Galán, de la comuna 7, en la zona occidental de Tuluá.
El occiso, quien fue identificado como Francisco Javier Montes Zapata, de 20 años, murió tras enfrentarse con la patrulla del cuadrante en el momento en que fue requerido para una requisa.
Gracias a la información oportuna que dio un ciudadano a la línea 123 de la policía en donde manifestaba que un sospechoso, al parecer armado, estaba merodeando el sector, fue que la patrulla hizo contacto con el presunto delincuente.
Según el mayor Giovanni Guerrero Parra, Comandante de la policía en Tuluá, “al parecer este sujeto iba a ultimar a un ciudadano del sector, y en el momento en que iba a ser abordado por los patrulleros desenfundó una pistola calibre nueve milímetros con la que le propinó tres disparos a uno de los uniformados.
Se trata del patrullero Ricardo Jiménez, quien recibió los impactos en la cadera, en el hombro derecho y en una de sus piernas.
El uniformado fue trasladado hasta la clínica Maríangel, en donde fue intervenido quirúrgicamente.
Sin embargo, Julieth Zapata, manifestó que su hijo no era ningún sicario, que por el contrario estudiaba electricidad en el Sena y que ella nunca le vio armas de fuego, por lo que exigió una investigación a fondo de estos hechos.
Según la Policía, por las características de la víctima, por el tipo de rama que utilizaba y por información suministrada por la comunidad, se cree que este joven sería el responsable del asesinato de un prestamista en hechos registrados el pasado martes en el barrio Santa Inés de Tuluá.