Redacción Sonso
El Periódico
Tres menores de edad fueron sorprendidos por personas desconocidas que llegaron a orillas del Río Sonso, el 15 de octubre del año en curso, donde estos disfrutaban de un refrescante baño, al atardecer del día jueves, siendo atacados con armas de fuego repetidas veces.
En el hecho resultó muerto inmediantamente Victor Hugo Castaño González de 16 años, mientras que José Antonio Hernández, conocido como "Toñito", también de 16 años, fue conducido por algunas personas hasta un vehículo que lo llevó al Hospital San Roque de Guacarí, a dónde llegó sin signos vitales. Otra tercera víctima fue identificada como Álvaro, quien alcanzó a llegar caminando hasta la cancha, de allí fue conducido hasta la calle principal de Sonso, de donde abordo de un taxi, se condujo hasta el Hospital San José de Buga, con una grave herida en el cuerpo, su pronóstico es reservado. Algunas personas manifestaron que había sido una injusticia o una gran equivocación por parte de los atacantes, pues los muchachos eran trabajadores y buenas personas, y tan solo habían salido a nadar un rato en ese Río.
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Tres menores de edad fueron sorprendidos por personas desconocidas que llegaron a orillas del Río Sonso, el 15 de octubre del año en curso, donde estos disfrutaban de un refrescante baño, al atardecer del día jueves, siendo atacados con armas de fuego repetidas veces.
En el hecho resultó muerto inmediantamente Victor Hugo Castaño González de 16 años, mientras que José Antonio Hernández, conocido como "Toñito", también de 16 años, fue conducido por algunas personas hasta un vehículo que lo llevó al Hospital San Roque de Guacarí, a dónde llegó sin signos vitales. Otra tercera víctima fue identificada como Álvaro, quien alcanzó a llegar caminando hasta la cancha, de allí fue conducido hasta la calle principal de Sonso, de donde abordo de un taxi, se condujo hasta el Hospital San José de Buga, con una grave herida en el cuerpo, su pronóstico es reservado. Algunas personas manifestaron que había sido una injusticia o una gran equivocación por parte de los atacantes, pues los muchachos eran trabajadores y buenas personas, y tan solo habían salido a nadar un rato en ese Río.